* Sigue reclamándose la desaparición de la Comisión, y que sea el Congreso de la Unión quien determine un ingreso más acorde a la realidad
Por José Ángel Inzunza
Horizonte Informativo, Tijuana, 07 de Diciembre del 2016.-Alguno sindicatos siguen reclamando la desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que por cierto, funciona solamente una vez al año, y ahora presumen de que lo harán dos veces al año, pero para maldita sea la cosa, no sirven de nada, porque el salario no alcanza para la Bartola.
Algunos mexicanos recordarán esa canción tan folcklórica, humorística, y sin embargo, de tan profundo contenido filosófico sobre una lacerante realidad de nuestro México Lindo y Jodido.
Don Chava Flores y Carlos Monsiváis no mintieron y no mienten sobre lo que todavía padecen aproximadamente 80 millones de mexicanos en pobreza.
La canción de la Bartola dice: “Ai te dejo esos dos pesos”, los cuales debían alcanzarle para la renta, el agua, la luz, el transporte, la escuela de los niños, el alimento, la ropa, “y de lo que sobre ai te encargo un alifuz”.
El “alifuz” era un trago de aguardiente, como decimos ahora, de un Tonaya.
Obviamente 2 pesos no alcanzaba para nada, a pesar de que el poder adquisitivo en aquél entonces era mayor que el de ahora, depreciado en un 500 por ciento, según las fuentes oficiales, pero que se sienten en más de mil por ciento depreciado en los bolsillos.
Pese a todo, hay familias que sobreviven con esas miserias y los hombres se embriagan, pero lo que nadie se da cuenta es que eso se logra por mujeres que tienen que lavar ajeno, planchar ajeno, y a veces “planchar” también de otras maneras, y todo por el sacrificio a los hijos.
A partir del 1 de enero de 2017, el Salario Mínimo General se ubicará en los 80.04 pesos (compuesto por un aumento porcentual del 3.9%, sumado a un aumento nominal de 4 pesos), situación que aplaudió el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther.
“Se da un primer paso para recuperar el poder adquisitivo del salario”, presumió, siendo que generalmente los empresarios no comprenden ni comprenderán que esa es una burla a los trabajadores, aunque se excusan en que el gobierno a su vez los asfixia con reformas fiscales agresivas y que merman de manera importante los ingresos de cualquier negocio.
En términos efectivos, este incremento salarial representa para las personas que ganan el salario mínimo, 7 pesos adicionales diarios en su remuneración, sin embargo, reconocen muchos sectores sociales que el sueldo base general debiera ser, no de 80, sino de 120 pesos diarios, y eso ya sería un avance, aun cuando lo más justo fuera 200 o 300 pesos diarios, como mínimo base.
A mediados del 2017 habría un segundo aumento al salario mínimo.
Desde hace varios años, en Tijuana y en Baja California el salario mínimo es solo una referencia de cuánto están obligadas a pagar las empresas, por lo menos, o sea, aquí sí se está aplicando una especie de salario base de 90 pesos más prestaciones y recompensas, comentó el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Humberto Jaramillo Rodríguez.
Pese a ello, existe una oferta laboral que no se ha conseguido cubrir.
Observó que un bajo nivel educativo es una razón para que se den empleos con sueldos bajos, por lo que se debe buscar terminar el nivel superior.
Por otro lado, aseveró que el salario en las maquiladoras no puede aumentar, porque de hacerlo o indexarlo al tipo de cambio, si el dólar baja, los salarios en algún momento no los podrían pagar, en caso de que les bajarán su sueldo, fácilmente serían demandados.
“Imagínate que baje el tipo de cambio con el salario indexado, no podemos quitarle prestaciones a los trabajadores sin ser objeto de denuncia”, pronosticó.
Puntualizó que el empleo bien pagado se relaciona al nivel de educación de los trabajadores.
Para mejorar los salarios y que la industria se vea beneficiada sin pérdidas, el jalón debe ser parejo entre sector industrial y Gobierno, recalcó.
El dilema en temporada decembrina
Autoridades de salud ya dicen que existe el síndrome de la depresión navideña, pues en esta temporada muchos se angustian debido a que no tienen capacidad adquisitiva conforme a los requerimientos de sus familias, que todos esperan regalos, y sobre todo los niños, quienes quieren regalos muy costosos.
Pese al aumento al salario mínimo, esas expectativas no se verán cubiertas.