MEXICALI, B.C., 23 de junio de 2021.- Con el propósito de desarrollar proyectos que traigan beneficios a los residentes del Valle Chico y la Laguna Salada, la Secretaría del Campo y la Seguridad Alimentaria (SCSA), impulsa programas y obras de apoyo para cultivos de reconversión en esa zona.
El titular de la SCSA, Héctor Haros Encinas, indicó que el Valle Chico y la Laguna Salada, son regiones en nuestro Estado que cuentan con gran potencial agrícola, y características especiales, para la agricultura en el Desierto; zonas con concesiones de agua, suelos productivos, pero sin electricidad ni vías de comunicación (carreteras).
“En años anteriores, la extracción de agua con aparatos de combustión, tuvo un gran auge, por los costos económicos de los combustibles, sin embargo, ante el aumento de ellos, algunas de las zonas fueron abandonas”, indicó el funcionario.
Desde el inicio de esta administración, se buscó impulsar programas de apoyo para el sector agropecuario, como lo es la reconversión productiva, donde se inquirió la rotación de cultivos rentables, comercialización asegurada y el aprovechamiento de áreas agrícolas con buena calidad y con oportunidad de uso.
Actualmente la disposición de agua en su acuífero y la opción de generar energía a través de equipos fotovoltaicos con paneles solares para la extracción y riego, hace factible el resurgimiento de estas zonas agrícolas rezagadas.
Los cultivos viables son frutales como vid, datileras, olivo, cítricos y otros cultivos como cacahuate, melones y sandias, acompañados de tecnología como el goteo y de los caminos rurales adecuados que permitan el transporte de los productos.
“En el área de Valle Chico, se están desarrollando proyectos de cacahuate (50 hectáreas), dátiles (20 hectáreas) en el Ejido Plan Nacional Agrario, olivo (20 hectáreas), ubicadas en la Col. San Pedro Mártir”, proyectos que han sido apoyados con sistemas fotovoltaicos, resaltó el funcionario.
Para la instalación de los sistemas fotovoltaicos se destinaron más de 2 millones de pesos, a través del Programa de Unidades de Riego de la Dirección de Infraestructura Hidroagrícola; los equipos incluyeron motor, bomba, paneles solares y centro de control y se encuentran operando satisfactoriamente.
Se estima que la vida útil de los paneles solares puede ser de 25 años y los componentes de motor bomba de 6 años con su debido mantenimiento.
“Con el uso de los sistemas fotovoltaicos, los productores, generaran la energía eléctrica que requieren para el uso de los pozos agrícolas utilizados para los riegos de cultivos; el uso de las fuentes de energía renovables, como lo es la energía solar, dará la oportunidad a los productores de eficientizar el uso de sus recursos”, finalizó Haros Encinas.