* Luego de privarla de la vida a la menor de 5 años, abusó sexualmente de ella
TIJUANA BC 9 DE JUNIO DE 2014.- Por ser responsable del delito de homicidio calificado agradado por razón de parentesco no consanguíneo, violación agravada y violación impropia José Luis Almazán Cordero (a) “La Pareja”, fue sentenciado a 42 años de prisión, informó el Subprocurador de Zona Tijuana, Gilberto Cota Alanís.
De acuerdo a las pruebas y alegatos presentados por el Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el Juez Tercero de lo Penal dictó la sentencia condenatoria además ordenó el pago de 101 días de multa.
Los hechos se registraron el 18 de enero de 2013, cuando se recibió una llamada del personal de la agencia del Ministerio Publico de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar para informar que en avenida Magisterial esquina con calle Veracruz del fraccionamiento Magisterial, se encontraba el cuerpo sin vida de una menor de aproximadamente 5 años.
Agregó que por esos hechos tenían asegurado al padrastro de nombre José Luis Almazán Cordero, alias “El Pareja”, por lo cual al ser presentado ante el Ministerio Público, y después de ser entrevistado y caer en diversas contradicciones terminó por confesas haber privado de la vida y abusar sexualmente de su hijastra Cecilia Joselin Hernández Raymundo.
Durante su declaración, el hoy sentenciado dijo que al estar desempleado, se encargaba de llevar a Cecilia Joselin al kinder, pero ese día se quedó dormido, y al despertar observo que la niña se encontrara viendo las caricaturas.
Aproximadamente a las diez y media de la mañana llegó a su casa un amigo de nombre Osvaldo Elías Vázquez Sánchez, alias “El Chato” invitándolo a que fumaron marihuana en la parte posterior del domicilio y media hora después se retiró su amigo.
Posteriormente el sentenciado salió de su casa a comprar droga ya que su esposa le había dejado cien pesos para comprar pañales, alcanzándole dicha cantidad para comprar dos pastillas Roche y un globito de cristal, los cuales consumió en el baño que se encuentra fuera de su domicilio.
Al ingresar se percató que la niña saltaba en la cama, hecho que lo molesto golpeándola fuertemente en la cara y después con el puño cerrado en el abdomen para posteriormente tomarla del cuello apretándoselo, luego la levantó y sacudió en varias ocasiones y después arrojarla al suelo.
Como consecuencia de los golpes, la menor se hace del baño y deja de respirar, por lo que decide limpiarla y “al verle sus partes íntimas” decide abusar sexualmente de la pequeña.
Posteriormente, la vistió con su uniforme escolar para simular que la había llevado a la escuela y la envolvió en unas sabanas para ir a tirar el cuerpo a unas cuadras de su domicilio, luego llamó a su esposa para decirle que no encontraba a la niña por lo que ambos fueron a reportar la desaparición.
Al ser entrevistado el sentenciado cayó en diversas contradicciones hasta que confesó su crimen y llevó a los agentes investigadores hasta el lugar donde había tirado el cuerpo.