Rosarito.- Una paulatina invasión de indigentes, vagos y malvivientes, se sumaron a la plaga que ya se tenía de “jaladores” en la zona turística “Rosa-Rito” de acceso a la playa y donde se concentra la mayor cantidad de visitantes durante los fines de semana, lo que a decir de vecinos y comerciantes, ocasiona su deterioro a pasos agigantados.
Con apenas dos años de concluidas las obras de remozamiento urbano, la instalación de bancas, luminarias, palmeras y señalética, hoy parte de esta zona luce abandonada y para muchos es ya considerada una zona de peligro aun durante el día, toda vez que en las noches agregan, se convierte en una autentica “boca de lobo”.
Y es que a decir de los quejosos, la autoridad insiste en aplicar un doble discurso al solapar a los delincuentes que por allí proliferan, sin imponer el orden tal y como sucede en la zona de Popotla, considerada la zona más peligrosa de Rosarito.
“La autoridad bien sabe quiénes son los delincuentes pero nadie los molesta, hasta que sucede algún hecho de sangre, empiezan a levantar parejo a personas inocentes, mientras la delincuencia opera a sus anchas a todas horas del día y de la noche” comentaron.
El colmo es aseguran, empresarios restauranteros, es la proliferación de ambulantes con la venta de alcohol en plena calle y los establecimientos que mantienen abiertas sus puertas aun hasta las cuatro o seis de la madrugada, lo que molesta a propios y extraños que se animan a visitar esta zona de la ciudad.