Séptimo Día, Cancún, Quintana Roo, 1 de Septiembre del 2016.-En la 2ª Cumbre de Expertos en Infecciones Asociadas a la Atención Sanitaria (IAAS), México-Centroamérica, organismos internacionales alertaron a los sistemas de salud que la resistencia a los antibióticos, podría convertirse en una catástrofe mundial, que tan solo en Estados Unidos, ya provoca 2 millones 49 mil 400 casos de personas con infecciones intratables, 23 mil decesos e inversión de hasta 34 billones de dólares anuales.
Samuel Ponce de León, coordinador del Programa de Investigación en Salud, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alertó que en nuestro país el problema de infecciones nosocomiales, puede ser dos veces mayor al de Estados Unidos.
“La Organización Mundial de la Salud y como en pocas ocasiones, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial en Davos, hizo un llamado para una inmediata intervención a resolver el problema de resistencia a los antibióticos, porque se calcula que en las próximas décadas se convertirá en una catástrofe económica mundial, con miles de muertes que pudieron haberse evitado”, recordó.
Al ofrecer una conferencia magistral en esta ciudad, el especialista en infecciones, sostuvo que a pesar de que nuestro país cuenta con una Red Hospitalaria de Vigilancia y con reportes contenidos en la Dirección General Epidemiológica, se carece de verificación, auditorías, políticas públicas, estudios de perfiles bacteriológicos y de gérmenes resistentes, medidas de seguridad de uso de dispositivos y cuidados de higiene.
Ante un auditorio conformado principalmente por médicos y enfermeras de todo el país, Ponce de León, reconoció que en México tenemos un débil desarrollo en capacidad de perfiles microbiológicos.
“No estamos actualizados, por eso no se dan tratamientos adecuados. Con excepción de los institutos nacionales, en el resto del país, se siguen dando tratamientos empíricos esperando que el paciente responda y si no responde, se escala a tratamientos aún más complejos, con el gran riesgo de crear esas resistencias”, aclaró.
El primer coordinador de Infecciones Nosocomiales en los Institutos Nacionales de Salud y que ha trabajado en temas de infecciones emergentes, reconoció que esa catástrofe está cercana en México y al igual que los países de la región, en todos los ámbitos la resistencia a los antibióticos ha venido aumentado, hay brotes en diferentes hospitales con gérmenes resistentes y eso es ya cada vez más frecuente.
La tendencia es al crecimiento a la resistencia y eventualmente si no se modifica, llegaremos a proporciones que harán muy difícil garantizar la seguridad en una gran diversidad de procedimientos, además de que habrá procesos infecciosos para los que no hay respuesta al tratamiento.
“El panorama en México es igual al que ocurre en general en América Latina y la región, donde no se puede individualizar o particularizar solo el caso de México, sino se debe de ver a nivel región, “donde no se ha establecido un protocolo y por supuesto que, tampoco se tiene en México. Mientras que en la Comunidad Europea ya se hizo desde hace varios años, implementó una política de uso, no controlado de los antibióticos para su utilización industrial, específicamente en la ganadería, agricultura, producción de vegetales y de granos. En Estados Unidos recientemente se han hecho restricciones muy importantes, pero en México no lo estamos atendiendo y es algo que se tiene que empezar a implementar”.
Agregó que México carece de la capacidad hospitalaria de Estados Unidos y lo que “vemos en México, es que hay una reutilización de los equipos para Cirugía laparoscópica, de marcapasos, electrodos, hasta catéteres extravasculares, más de una vez, cuando la recomendación del productor es que sea de un solo uso. Sí, el sector disminuye costos, como parte de su política de hacer compras consolidadas eficientes, pero se carece de un sistema activo de profesionales para analizar cada expediente, cada cama, y determinar los programas de acción de los tratamientos otorgados que garanticen la seguridad de los pacientes”.
Surgen epidemias en México
La falta de una política sanitaria, dijo, se ha evidenciado en las epidemias en áreas de cuidados de neonatos en Torreón, Sinaloa, Chiapas. “Esas Infecciones se adquirieron en el hospital y no pueden decir que lo trajo por fuera un niño. Lo hemos estudiado mucho con Alejandro Macías y lo que ocurre en las UCI de los prematuros, es que se abren sustancias que se dejan expuestas, se cuenta con dos enfermeras que no son especialistas en cuidados intensivos y que además deben de cambiar pañales, bañar, suministrar medicamentos, fórmulas, atender familiares y a veces no tienen tiempo ni de lavarse las manos, esa situación incrementa las infecciones en los hospitales.
“La contaminación se hace en horas y en el turno siguiente ya es un caldo de cultivo de infecciones y el resultado son bacterianas y terminan diciendo que el niño estaba grave”.
Otro problema es que “a pesar de que el Gobierno mexicano determinó controlar la venta de antibióticos mediante la emisión de receta médica, muchas farmacias abrieron a un costado consultorios y lo grave, es que varios médicos prescriben los tratamientos más caros no los más eficientes que se venden en ese lugar, debido que reciben comisiones”, denunció el especialista.
El también miembro de la Academia Nacional de Medicina, explicó que el uso industrial de antibióticos en la agricultura y ganadería, cuyos alimentos llegan a los hogares modificando la microbiota intestinal, bacterias inteligentes, que a la hora de entrar en contacto con el medicamento no se destruyen sino se fortalecen, inadecuado control de la prescripción de los medicamentos hospitalarios otorgados a los pacientes y falta de estudios microbiológicos, son la causa de que, lo que en 1945 fue un descubrimiento de cura contra las infecciones, ahora se haya convertido en un problema de salud preocupante.
“En 1945, el 95 por ciento de las personas eran sensibles a la penicilina y en la actualidad el 98 por ciento son resistentes a la penicilina”, dijo tras referir que “la resistencia a antibióticos causa que la enfermedad se prolongue y aumente el riesgo de muerte hasta en un 64 por ciento”.
Estudios internacionales reportan, dijo, que en todo el mundo se está registrando un crecimiento de resistencia a la carbapenems, esencial para tratar neumonías nosocomiales y que son la última opción en diversos países, pero más de la mitad ya no responde.
De igual modo, explicó que ya se detectó también la ineficacia de la fluoroquinolonas, para infecciones generalizadas y en Europa y África el uso de la cefalosporinas para tratar la gonorrea.
Resistencia a los antibióticos
Desde el año 2009, en México se han realizado diversos estudios para analizar la resistencia a los antibióticos más comunes que se otorgan en el sector salud.
De acuerdo con los estudios “Tratamiento inadecuado y resistencia a antibióticos, así como factores de riesgo para mortalidad UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), que involucran a 113 pacientes con 119 episodios de infecciones nosocomiales, vinculadas a neumonías,e-Coli, vías urinarias de instituciones sanitarias estatales de Durango, Monterrey y del Hospital General de México, reporta una alta resistencias a los 12 antibióticos más comunes, en especial a la Ampicilina, con 80.4 por ciento, del ciprofloxacino 49.75 por ciento, ofloxacino 49.75 por ciento, Ácido nalidixico de 60.8 por ciento.
Pero lo delicado, abundó el académico, es que ante este panorama la industria farmacéutica determinó dejar de investigar y producir nuevos antibióticos, debido a que no le resulta económicamente atractivo, ya que gastan 10 mil dólares en realizar la investigación pero ese tratamiento, conforme a los estudios, servirá al paciente 2 semanas y al sector salud un aproximado de 2 años por las resistencias.
“Prefieren invertir en antiinflamatorios que la persona va usar durante gran parte de su vida, que antibióticos que a lo largo de dos años serán inútiles, debido a la resistencias bacterianas”, detalló, tras recordar que en 15 años solo se han registrado dos medicamentos innovadores.
Ponce de León refirió que México requiere una ley de regulación inmediata, para hacer frente a esta realidad de resistencia e impactar en las áreas donde se compran este tipo de antibióticos. (OEM)