“ROSARITO BLUES”
Por: Gerardo Díaz Valles
Los jaloneos por encabezar o desprenderse de comisiones en el Cabildo sin cubrir las formas, los procedimientos y la reglamentación, van de lo penoso a la insolencia, pasando por lo jocoso.
Lo que menos les importa es rendir buenas cuentas, movidos por sus intereses mezquinos, personales o de grupo.
La regidora Lili Huerta Ameca, del Partido Verde de nueva cuenta se adjudica “a chaleco” por sus fueros, la Comisión de Desarrollo Metropolitano, como antes lo hizo con la autorización “fast track” del voto para generar un “parque temático” en una ladera del Cañón Morales, tomas de agua incluidas.
Apoyada por el regidor Carlos Gabriel Ortega Gutiérrez, del Partido Nueva Alianza y el propio alcalde Silvano Abarca, principalmente.
Por sus “pistolas”, por no decir otra cosa, la joven edil vuelve a gimotear, patalear y a hacer rabietas, para exigir enjugando una lagrimita, que quiere encabezar las comisiones de Pesca también, pues asegura que ya trae proyecto para bajar millonarios fondos federales o estatales para beneficio de todos los rosaritenses.
El colmo de estas actitudes caprichosas y de perdonavidas, la encarna el regidor Ortega Gutiérrez, cuando en tono de reproche, le pregunta a su colega regidora Rosa María Plasencia Díaz, del PRI, quien encabeza y promueve dichas comisiones, del porque a ellos nunca los invitaron a pertenecer a la fundación para crear el Parque Sub Marino de Arrecifes Artificiales convocada meses antes por el empresario Francisco Ussel, junto con los buzos y promotores para el hundimiento del casco del X Uribe 121 frente a las costas de Puerto Nuevo para dar forma a este ambicioso proyecto.
“Porque nunca nos invitaron, solo nos utilizan como porristas o de relleno”, reclamaba frunciendo el seño el regidor del PANAL. Lo que orilló a la regidora langostera a presentar, de plano, su renuncia a dicha fundación, para dejar satisfechos a sus colegas ediles empecinados a acaparar comisiones y reflectores.
Ya entrampadas en dimes y diretes, ambas regidoras acuden ante el alcalde para que destrabara este entuerto y decidiera a la antigua usanza quien encabezará ambas comisiones: si la conocida empresaria restaurantera ex presidenta del Consejo Empresarial y promotora incansable del terruño, o la incipiente regidora ex conductora de programas infantiles de Tijuana, la regidora verde que solo gimotea o se torna chipilona cuando quiere convencer a alguien que tiene la capacidad suficiente, a falta de mejores argumentos.
Presionado por las circunstancias, el alcalde Silvano Abarca, en actitud salomónica, fue contundente cuando se dirige a Rosa María, la mira de lado y le pregunta: “Este…y, no te gustaría ser secretaria de dichas comisiones?, la edil casi se va de espaldas como en las historietas cómicas de Cone, “Flop!”.
Esta novela de la vida real continuará.