La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) recordó este día el triunfo democrático de la Unidad Popular (UP) que llevó a Salvador Allende a la Presidencia de la República de Chile.
El Presidente de la COPPPAL, Alejandro Moreno, dijo que a 50 años del triunfo de la UP, el pensamiento político humanista y solidario de Salvador Allende sigue siendo un faro para los pueblos de América Latina y el Caribe, por lo que esta conmemoración, que no sólo marcó a Chile, sino a todo el mundo, y en particular a nuestra Patria Grande, forma parte activa de nuestra memoria y de nuestra práctica de lucha por la igualdad con libertad, democracia y solidaridad para nuestros pueblos.
Dijo que reflexionar sobre el legado político y democrático social que el doctor Allende nos heredó, nos permite a los partidos progresistas que integramos la COPPPAL, redoblar esfuerzos en la construcción de sociedades socialmente más justas, en toda América Latina y el Caribe.
Alejandro Moreno envió a la familia Allende el saludo fraterno y solidario de los más de 60 partidos progresistas de 29 países, los cuales hoy 4 de septiembre recuerdan al demócrata, humanista, patriota y luchador incansable por los derechos de los más necesitados, doctor Salvador Allende Gossens.
Por su parte, José Jara, Vicepresidente de COPPPAL por el Partido Socialista Chileno, manifestó que Allende nos deja a todos los progresistas un legado democrático social que es necesario rescatar y un legado ético y moral que es necesario imitar.
La invitación, es entonces, puntualizó, a reflexionar en esta fecha sobre el valor de la democracia social, que asume pero no se limita al ejercicio del derecho a votar para alcanzar el poder, sino que pugna por edificar democracias completas que empoderen a la ciudadanía para garantiza el ejercicio democrático del poder, y permitan hacer realidad la construcción de una ciudadanía integral, como un testimonio de igualdad, no sólo jurídica y civil, sino económica y social.
Recordó que el 4 de septiembre de 1970, Salvador Allende ganó la elección presidencial impulsando su programa de transformaciones estructurales dentro del respeto irrestricto de las instituciones democráticas existentes, pero al mismo tiempo se propuso la transformación de esa insuficiente democracia liberal representativa en una democracia social que asegurara los derechos ciudadanos básicos a un trabajo y remuneración digna, salud y educación universal, derechos de los niños y la mujer, el resguardo público de las riquezas nacionales y la industria estratégica para el desarrollo de una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva, promoviendo nuevas instituciones democráticas participativas en el ámbito local y nacional.
Su convocatoria a un plebiscito para un proceso constituyente fue abortada por el aborrecible y condenable golpe militar del 11 de septiembre de 1973