MÉXICO.- En el Reclusorio Oriente lo apodaban “El Caballo”. Se dedicaba a robar autos, joyas, vender armas… estuvo en prisión y apenas salió ,continuó delinquiendo. Se tomaba fotografías con las armas que vendía, con fajos de billetes, en un jacuzzi rodeado de papel moneda… y terminó muerto.
Manuel Yescas Cortés, un excómplice con el que mantenía rencillas lo asesinó.
Alberto Aguilar, “El Caballo”, tenía 24 años de edad; hace dos, salió de prisión. Acostumbraba andar en un auto BMW y en distintas camionetas. Vivía en Coyoacán y desde hace meses mantenía rencillas con ese vecino y excómplice.
Algunos de sus amigos aseguran que este sujeto le pidió 50 mil pesos prestados para solucionar un problema legal que tuvo y ahora se negaba a pagarle. Otros dicen que Alberto lo acusaba de haberlo traicionado y provocar que cayera en prisión.
En cualquiera de los dos casos, lo mantenía amenazado y el lunes por la tarde, las amenazas subieron de tono.
Mientras manejaba, “El Caballo” se topó con el auto en el que iba Manuel con su esposa. Entonces comenzó a tratar de cerrarle el paso para enfrentarlo.
La pareja de Manuel asegura que su esposo, al ver la agresión, aceleró el auto para tratar de escapar.
“Desde que (“El Caballo”) nos comenzó a perseguir yo ya había hablado al 911 para pedir ayuda, porque nos venía siguiendo y aventando el carro. Cuando se nos cierra la primera vez, yo muerta de miedo me aviento del coche en Viaducto Tlalpan. En un autolavado”, relató ayer.
(tomado de la red)