Octavio Fabela Ballinas
Tijuana.- La señora María Rosales Castro denuncia que pese a que los estudios mostraban que su nieto nacería sano, ayer, el menor murió en el trabajo de parto de su hija de 16 años en el Hospital General de Tijuana. La angustiada abuela asegura que el bebé fue decapitado al nacer por una práctica negligente del personal médico de la institución.
Fuera del Hospital, donde aguarda poder recuperar el cuerpo del que sería su nieto y de su hija quien continúa convaleciente, la señora María Rosales Castro, narra que el martes pasado pudo sentir “como él bebe se movía en la panza de mi hija”, además de que los estudios clínicos señalaban que sería un producto sano.
Los problemas empezaron cuando acudió con su hija Iris Arleth de 16 años a recibir atención médica pues tenía fecha de alumbramiento para el 13 de este mes, ese día fue sorprendida con la noticia de que el que sería su nieto llevaba tres días sin vida, por lo que se procedió al trabajo de mortinato, que según narra, se complicó y por ello los médicos optaron por una cesárea a la madre.
Continúa narrando que tras la intervención un médico le informó que su hija estaba delicada debido a que perdió mucha sangre durante el procedimiento, “le pregunté sobre lo que haría con el cuerpo del niño y me informa que el bebé estaba mutilado, pensé que era algo leve, sin embargo “a mi niño me lo entregan sin cabeza, a mi niño le cortaron todo, hay fotografías de que lo cosieron de orilla a orilla, porque mi niño está sin cabeza”.
Ahora la familia de la señora Rosales Castro tiene una deuda de ocho mil pesos, más 800 pesos por día que el cuerpo del bebé esté en la funeraria. Ellos son gente de escasos recursos por lo que piden ayuda para el pago de los trámites legales. Quien quiera ayudar los puede contactar al teléfono 664 110 79 93.