Tijuana, 27/06/18.- Por toda la ciudad se realizaron y se realizan varias obras, que van desde bacheos, pavimentaciones e introducción de servicios, las cuales entorpecen el tráfico vehicular.
Si bien se agradecen, o se agradecerán, para muchos despierta sospechas de que la autoridad local calendariza obras en bloque, para que cualquier tijuanense, en cualquier parte de la ciudad, se dé cuenta de que “el gobierno sí trabaja”, o como dice una canción: que “nuestros impuestos están trabajando”.
Al margen de las intenciones, y las interpretaciones, por realizarse coincidentemente en varias partes de la ciudad, coincidiendo en tiempos, generan “cuellos de botella” en casi toda zona de la ciudad.
Es más, las Vías Rápidas se congestionan aunque no haya clases y no sean las “horas pico”.
Esto, aparte de que no existe ninguna clase de orden vial en las líneas para el cruce a las garitas, y los oficiales de tránsito estorban, en vez de ayudar.
Siempre se ha culpado a los gobiernos del siglo pasado porque “Tijuana creció anárquicamente, sin planeación alguna”, pero en 29 años tampoco se ha planeado nada, todo se sigue haciendo con efecto de corto plazo, y nada con visión de futuro.
Mientras que son peras, manzanas y puentes, todo se sigue construyendo también durante el día, no de noche, y lo que se pudiera hacer en una o dos semanas, se hace en meses; pero así son los gobiernos, y de los tres niveles.