Tijuana.- Hasta el mes de julio de 2016 cuando se implementó el Nuevo Sistema de Justicia Penal la población penitenciaria en el Centro de Readaptación Social de La Mesa era de 5 mil 700 reclusos, de ellos 2mil 561 obtuvieron su libertad por los beneficios de Ley; casi la mitad han vuelto por reincidencia.
Luego de la puesta en marcha del Sistema Penal Acusatorio y con base en el principio legal de que la Ley más favorable al recluso debe aplicarse, el CERESO de La Mesa quedó con una población 3 mil 139 internos.
Lo anterior fue observado por el director del Centro de Reinserción Social de La Mesa, César Daniel Ramírez Acevedo, luego de un evento realizado por la diputada Mónica Hernández Álvarez “La Chula”, en el área de mujeres internas, para reunirlas con familiares o seres queridos, o mostrarles videos de las personas que quieren, con mensajes de unidad familiar.
De los 3139 internos, precisó el funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), son 272 mujeres que cumplen alguna sentencia o se encuentran bajo proceso, y al igual que entre los reclusos del sexo masculino, aproximadamente el 50 por ciento de ellas fueron internadas por delito de robo, en sus diversas modalidades.
La mayoría de las personas privadas de su libertad en el Cereso de La Mesa están por delitos de robo de vehículo, a casa-habitación, robo con violencia, robo a comercio, y alrededor del 20 por ciento de todos ellos por homicidio o secuestro, y otros tantos por delitos contra la salud, derivándose un resto en la comisión de otros delitos menores.
La reducción de la población penitenciaria permite contar con más espacios para el desarrollo de actividades, y más capacidad de atender necesidades médicas y técnicas, así como, por ejemplo, una mejor atención a cada uno, ya que baja la tensión y hay más participación de los internos, observó el director del Cereso.
César Daniel Ramírez indicó que, en términos generales, del total de los 3139 internos, alrededor de 180 son de origen extranjero, en su mayoría de Estados Unidos, y recluidos por la comisión de delitos contra la salud, la mayoría ya bajo un proceso judicial.
En el interior de la conocida Peni de La Mesa, se brindan apoyos de talleres y actividades técnicas, para modificar la conducta y que tengan herramientas de formación y ocupación para que no regresen, aseveró el funcionario estatal, que agregó a lo anterior la impartición de educación preparatoria, inglés, y certificación de formación técnica, como por ejemplo, a los encargados de cocina.
El contar con ese abanico de opciones de formación académica y profesional técnica, es una obligación para el Cereso, pero opcional a los internos, quienes tienen todas esas herramientas disponibles para participar y estar preparados para su reinserción social al salir del penal.
El director de La Peni de La Mesa reconoció que entre ese 45-50% de reincidencia, que se incrementó con el Nuevo Sistema de Justicia Penal, muchos no sienten tanto la oportunidad de rehabilitarse, con las opciones que se les brindan; sin embargo, aclaró que mientras algunos si ven el nuevo esquema como una “puerta giratoria”, la mayoría sí quieren reinsertarse en la sociedad.
“Depende de las personas, porque muchos salen y ya no regresan, mientras que otros van y vienen, además de que algunos de los que regresan es porque se les comprueba su culpabilidad en el proceso que se les sigue”, explicó.