* “Pedimos que el Ejecutivo del Estado, Paraestatales y Ayuntamientos apliquen un presupuesto austero”: López Alvarado
En opinión de:
Por Miguel Meza
TIJUANA 4 DE DICIEMBRE DE 2015.- El dirigente estatal del PRI, Chris López Alvarado, fijó la postura del tricolor ante la propuesta de los municipios en su Ley de Ingresos del 2016, en las que se contemplan diversos aumentos en impuestos locales y deuda pública. Al respecto, fue enfático en señalar que el PRI no permitirá que se cargue a los ciudadanos ningún tipo de incremento en los impuestos locales o se aumente la deuda pública de los municipios. Y por lo tanto solicitó a los Legisladores en su calidad de diputados y regidores, ir en torno al planteamiento para que ninguna Ley vulnere a la economía de los bajacalifornianos. A su vez, hizo un llamado al Ejecutivo del Estado y a las entidades paraestatales, para que su Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos sea austera, privilegiando a los sectores en abandono, como han sido los primarios.
“Es fundamental que el Ejecutivo estimule la inversión pública para activar la economía y además que la Ley de Ingresos del Ejecutivo Local y sus paraestatales, no contemplen ni la implementación de nuevos impuestos, ni incrementos a los ya existentes”, señaló.
En recientes fechas, el Congreso del Estado ha recibido los distintos proyectos de Ley de Ingresos de los Ayuntamientos en la entidad, donde en algunos se contemplan incrementos a impuestos o la solicitud de créditos para ampliar su deuda. Ante ello, el Dirigente del PRI en la entidad reiteró la postura del Revolucionario Institucional para no incrementar ningún impuesto ni la creación de nuevos gravámenes para que los ciudadanos no carguen con estos aumentos.
“Entendemos que derivado de la crisis que padecen los ayuntamientos no existe mucho margen de maniobra, pero confiamos en que se encuentren otros mecanismos y vías con los que se pueda amortiguar esta crisis, como es el recorte al gasto, ahorros y la gestión de recursos federales”, afirmó.
Finalmente, López Alvarado hizo un llamado a los partidos políticos para evitar caer en tentaciones electoreras: “Alejarnos de las diferencias y acercarnos a las coincidencias, para buscar objetivos en común”, puntualizó. Boletín Com. Social PRI
“Historia de la Tributación en México”
Las primeras manifestaciones de tributación forzosa en México aparecen en los códices aztecas, en los cuales se registró que el rey de Azcapotzalco, pedía como impuesto a los Aztecas, una balsa sembrada de flores y frutos, además una garza empollando sus huevos y al momento de recibirla ésta debería estar picando un cascarón; a cambio ellos recibirían beneficios en su comunidad. Asimismo, los “tequiámatl” (papeles o registros de tributos), fue un género de esos códices, relacionado con la administración pública dentro del Imperio Mexica.
El verbo tributar cobró tal importancia, que los Aztecas se organizaron para facilitar la recaudación, nombraron entonces a los “Calpixques”, primeros recaudadores, quienes identificaban su función llevando una vara en una mano y un abanico en la otra. La recaudación de esos pueblos requería de “funcionarios” que llevaran un registro pormenorizado de los pueblos y ciudades tributarios, así como de la enumeración y valuación de las riquezas recibidas. La matrícula de Impuestos es uno de los documentos más importantes de los códices dedicados a la administración y a la Hacienda Pública. Había varios tipos de impuestos que se daban según la ocasión, los había de guerra, religiosos, de tiempo, etc. Los impuestos a que estaban obligados los pueblos sometidos a los aztecas eran de dos tipos:
1) En especie o mercancía (impuesto según provincia, su población, riqueza e industria); 2) Impuestos en servicios especiales que estaban obligados a prestar los vecinos de los pueblos sometidos.
Cuando Hernán Cortés llegó a México, quedó sorprendido con la belleza y organización del pueblo Azteca, sin embargo estuvo en desacuerdo con la forma en que cobraban los impuestos. Hernán Cortés quedó a la cabeza del pueblo Azteca, y los impuestos de flores y animales quedaron atrás, ahora los tributos consistían en alimentos, piedras y joyas.
Al “rescatar” las tierras en nombre del Rey de España, correspondió, entonces, la quinta parte de los bienes, a la monarquía española: Quinto Real. El primer paso de Cortés fue elaborar una relación (primer documento fiscal), donde nombra a un Ministro, un Tesorero y a varios Contadores encargados de la Recaudación y custodia del Quinto Real.
A partir de 1810, Hidalgo, Morelos y los caudillos de la Independencia, lucharon contra la esclavitud y por la abolición de alcabalas (impuesto indirecto 10% del valor de lo que vendía o permutaba), gabelas (gravámenes) y peajes (pago de derecho de uso de puentes, y caminos). El sistema fiscal se complementa en esta etapa; así, se expide el arancel para el Gobierno de las Aduanas Marítimas, siendo éstas las primeras tarifas de importación publicadas en la República Mexicana. Asimismo, se modifica el pago de derechos sobre vino y aguardiente y se sanciona la libertad para extracción de capitales al extranjero. Arribado al poder, Antonio López de Santa Anna decreta una impuesto de un real por cada puerta y cuatro centavos por cada ventana de las casas, decreta, también, un impuesto de dos pesos mensuales por cada caballo frisón (robusto) y un peso por cada caballo flaco; además, un peso al mes por la posesión de cada perro. Juárez, entre los principales cambios hacendarios de esta época, se tiene un primer intento para la formación de un catastro de la República; el principio de la posibilidad de división de las hipotecas; el establecimiento de la Lotería Nacional y de la “Contribución Federal” (25% adicional sobre todo pago hecho en las oficinas de la Federación y en la de los Estados).
En principio, Porfirio Díaz duplicó el Impuesto del Timbre, gravó las medicinas y cien artículos más, cobró impuestos por adelantado; recaudó 30 millones de pesos, pero gastó 44. En este período se generó la deuda externa en alto grado; se pagaban muchos intereses. Se requería de un sistema de imposición controlado y de equilibrio.
Con la llegada del Ministro de Hacienda José Yves Limantour, en 1893, se nivela la Hacienda Pública, aumentando las cuotas de los Estados y la Federación, se reduce el presupuesto y las partidas abiertas del Ejecutivo, así como los sueldos de los empleados, se buscaron nuevas fuentes de ingresos en el gravamen racional de las actividades, especulaciones y riquezas; se regularizó la percepción de los impuestos existentes, por medio de una vigilancia activa y sistemática sobre empleados y contribuyentes. La caída de la dictadura, así como el destierro de Porfirio Díaz trajeron desorden en el país, situación a la que no escapó la captación impositiva.
Los mexicanos dejaron de pagar impuestos, dado que estaban ocupados en las armas. Siete años de irregular desempeño por parte de la Secretaría de Hacienda, pues aun cuando seguía utilizado los procedimientos establecidos, los jefes militares exigían desembolsos de dinero, para aquellos bienes como armas y municiones, requerían, entonces, de “préstamos forzosos” en papel moneda y oro. Cada jefe militar emitía papel moneda y usufructuaban los productos de los derechos de importación y exportación de las aduanas que se encontraban en las regiones ocupadas por cada ejército.
Las oficinas recaudadoras de Hacienda eran dejadas a su disposición, a fin de proveerse inmediatamente de fondos y los ejércitos caudillos que tenían la posesión de regiones petrolíferas, recaudaban un impuesto metálico, derivado del petróleo.
Definición gramatical de los verbos:
a) Impuesto= participio
Participio irregular de imponer. También se usa como adjetivo.
b) nombre masculino
Cantidad de dinero que hay que pagar a la Administración para incrementar la hacienda del reino o imperio.
1) Contribución= nombre femenino
1. Acción de contribuir.
2. Cantidad de dinero o de otro bien
con el que se contribuye para la hacienda pública en la república.
Han transcurrido muchos años para que se estabilice la situación y para que los gobiernos hayan modificado las leyes fiscales para disponer de recursos, construir obras y prestar servicios a la colectividad, procurando así una mejor distribución de la riqueza. El sistema tributario de nuestro país es mucho más que un conjunto de disposiciones fiscales; es parte de nuestra historia, de nuestras costumbres, de la idiosincrasia misma de los mexicanos.
Lo que en un tiempo se llamó “carga fiscal”, es ahora, una contribución, una colaboración humana para que México cuente con escuelas, hospitales, higiene, comida, habitación, caminos, servicios públicos y fundamentalmente: PROGRESO..
«Es innegable que el espíritu del enciclopedismo y principalmente de Montesquieu incidieron en los padres de la patria, las ideas que hablaban de la igualdad entre los seres humanos, permearon en el ánimo de los habitantes instruidos del México de principios del siglo XIX, es claro que esa misma idea fue traída por algunos agentes de los estados unidos, también es claro que los jerarcas clericales se oponían al establecimiento de una república y mucho menos federal, libre y soberana, aceptaban, si esta fuera centralista, y en la que la religión de estado fuera la católica y se respetaran sus privilegios. Tal vez de ahí nace la imposición para vestir los edificios públicos con adornos religiosos en las celebraciones ritualistas y solamente católicas, y es que no lo vemos en el Ramadán musulmán, el Yom Kipur, Rosh Hashaná o Janukha judíos, uuuy muchísimo menos en las celebraciones religiosas autóctonas, son sólo católicas y ya. Ciertamente ganó el sistema federalista, pero inició dando tumbos caminando con dislasia, y así hasta nuestros días. También es sabido que la mano, desde la punta del dedo medio hasta el hombro del clero ha estado metida en la política y la administración pública mexicana. Un país como este sin problemas internacionales que vulneren la doctrina Estrada, sin nadie pues que pretenda invadirlo no necesita ejército, pues tampoco va a agredir a nadie, de tal suerte que un gobernante no debe ofender a su pueblo con amenazas, pues finalmente ese ejército lo quere para agredir a sus gobernados, así, el despego de la ley hace que se gobierne a impulsos caprichosos, donde impera la soberbia el desenfado y el desenfreno, y como no gastan su dinero lo hacen a manos llenas pues muerden los dineros públicos, y sin obligación de rendir cuentas. No debería ser motivo de sorpresa que los gobernantes se conduzcan así, deberíamos sorprendernos acaso de 99% de mexicanos actuando como verdaderos y verdaderas imbéciles… o NO»