En la guerra comercial internacional entre la Unión Europea, Canadá, México y Estados Unidos, a través de medidas arancelarias a productos de importación, nadie resulta ganador, declaró el abogado fiscalista, Lic. Jorge Alberto Pickett Corona.
El especialista en materia fiscal dijo que México ha actuado con firmeza en el conflicto comercial con Estados Unidos, toda vez que la Secretaría de Economía (SE) publicó en el Diario Oficial de la Federación una amplia lista de productos estadounidenses sujetos a los nuevos aranceles.
Esa lista incluye un 20 por ciento a las importaciones de piernas, paletas y otros tipos de carne de cerdo, manzanas, arándanos y papas estadounidenses, así como de entre un 20 y un 25 por ciento a varios tipos de quesos y el bourbon, sin dejar atrás al acero.
Por su parte, Canadá también ha anunciado decisiones importantes en materia impositiva en la cumbre del G7, donde el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que Canadá impondrá “sin ninguna duda” represalias comerciales a Estados Unidos a partir del 1 de julio a pesar de las amenazas hechas por el presidente estadounidense, Donald J. Trump.
El defensor del contribuyente agregó que Europa comenzará a aplicar medidas de represalia contra los aranceles de Estados Unidos al acero y el aluminio, y comentó que el domingo pasado la canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que hay pesar por la abrupta decisión de Trump de retirar su respaldo a un comunicado del G7, lo que sin duda podría poner en aprietos los estadunidenses.
Para Pickett Corona, una guerra comercial no beneficia a nadie, y explicó que Estados Unidos ya tuvo problemas con su negociación con China, y no debería continuar con esa actitud, ya que los negocios deben promoverse con una perspectiva local y no una reduccionista, ya que Estados Unidos vende productos a todos los países en disputa.
Por último, el experto señaló que México se encuentra ya trabajando un acuerdo comercial con la Unión Europea, aunque consideró que los empresarios y el gobierno deben mirar más hacia el continente asiático, en la búsqueda de nuevos horizonte que renovarán la manera de hacer negocios, sin que ello continúe generando una guerra comercial con el país vecino.