José Ángel Inzunza Mendoza/ Octavio Fabela Ballinas
Tijuana, 1 de mayo 2018.- La conmemoración de la rebelión obrera y los mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco (el 1 de mayo de 1886) tuvo matices multicolores este día, ya que no solamente se escucharon reclamos de justicia de los maestros y transportistas, así como de obreros sindicalizados en diversos gremios, también hubo manifestantes de Morena y un candidato del PRI.
Fueron alrededor de 10 mil las personas que desfilaron y no tuvieron ningún funcionario que les viera desde el balcón de Palacio Municipal, porque el alcalde sostiene que deben ser invitados, que a los anteriores alcaldes los invitaban (lo cual no es cierto, pues tradicionalmente los gobernantes en todo el país atestiguan los desfiles del Día del Trabajo, con o sin invitación).
Asimismo, alegan en el actual gobierno municipal que esta celebración no está dentro del calendario cívico del Ayuntamiento, y aunque puede ser debatible si lo está o no, en el mejor de los casos, no es necesario que esté en el calendario cívico del Ayuntamiento, lo está en el calendario cívico del país, la nación entera conmemora este día como una conquista de la clase trabajadora, y merecen al menos la cortesía de ser vistos por sus autoridades cuando desfilan.
Casi junto con los maestros, de hecho, en el contingente del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación (SETE) hubo “morenistas” que despotricaron contra los tres niveles de gobierno, y especialmente contra el gobierno federal y el actual Congreso de la Unión, por la “mal reforma educativa”.
Inclusive, los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) exhibieron lonas con la leyenda “Voto de Castigo a los partidos del Pacto por México”: PAN, PRD, PRI, PVEM, PANAL, MC y PES; y entre los que desfilaban con ellos iba una persona con una máscara que emulaba al candidato presidencial de Morena, PT y PES: Andrés Manuel López Obrador.
Las consignas fueron muy parecidas a las que esgrime “Ya saben quién”.
Entre los mensajes destacaron “Salario Mínimo al Presidente, para que sepa lo que se siente”, “El obrero tiene más necesidad de respeto que de PAN”, “Forjar un partido obrero que luche por la revolución socialista”, “Por una educación que nos enseñe a pensar, no a obedecer”, “Peligro, el Sistema Educativo paga cuando quiere, paga lo que le da la gana, condiciona su permanencia, tiene jefes autoritarios, ambiente laboral nocivo, pisotea sus derechos, ofrece pésimo servicio de salud, no le basifica su plaza, lo examina y cuestiona constantemente”; “Peligro, Sistema Educativo tóxico”.
Y cabe observar que junto a una de esas leyendas se exhibió un muñeco de trapo con la cara del candidato presidencial del PAN, PRD y MC, Ricardo Anaya Cortés, con un mensaje en su pecho que decía: “Te voy a defraudar”.
Además, al pie del balcón vacío de Palacio Municipal, frente a quienes portaban la manta con la leyenda “Salario Mínimo al Presidente, para que sepa lo que se siente”, y el émulo de Andrés Manuel López Obrador, quemaron figuras de Enrique Peña Nieto.
Como cada año, el sector obrero, representado en cetemistas, principalmente, protestaron porque el salario mínimo es miserable en México, los transportistas solicitaron subsidio a los combustibles “para no lastimar más al pueblo tijuanense”; los del gremio de taxis rojos con círculo blanco, liderados por Joaquín Baltazar Sanabria, demandaron al alcalde que acabe con las invasiones de ruta, contra los taxis “clonados”, y la desorganización total que hay en el transporte, debido a la corrupción y consecuente depuración del parque vehicular por el exceso de permisos de transportes públicos.
Por su parte, el candidato a Senador del PRI, Alejandro Arregui Ibarra, justificó su presencia por haber sido invitado por el sector obrero encabezado por Eligio Valencia Roque a nivel estatal y Baltazar Gómez Ruiz a nivel municipal, pero sobre todo, “porque también soy parte del pueblo y me identifico con la clase trabajadora, no con los parásitos que cómodamente se van a descansar y ofenden al pueblo con no darle la cara”.
Se pronunció a favor de que alcen la voz porque son la base de la economía de Tijuana, y recordó que junto con la cetemista Juanita Pérez Floriano proponen reformas a la Ley Federal del Trabajo, para un “horario rosa”, o sea, flexible, para las mujeres trabajadoras, así como para que perciban igual salario al de los hombres por la misma labor realizada.
También estuvieron contingentes del STIRT y otras organizaciones civiles de trabajadores.