Gerardo Díaz Valles
Rosarito.- La falta de información clara y precisa en torno a la anunciada operación aquí de una gigantesca planta desalinizadora, incluidos sus impactos al medio ambiente y el posible encarecimiento de las tarifas del servicio de agua, tanto doméstico como industrial.
Esta iniciativa promovida por el Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid genera más dudas y sospechas en los diversos sectores de la comunidad Rosaritense, plantearon integrantes del sector empresarial.
El gerente hotelero, Manuel Esteban Padrés, externó sus dudas por que los desarrolladores de esta planta costearán esta millonaria obra de la cual empezarán a recibir ganancias hasta dentro de 21 años, una vez financiada por el estado dicha inversión, una acción que ningún empresario arriesgaría a empezar a ganar en tanto tiempo, expuso.
El lunes pasado Vega de Lamadrid, bromeó con reporteros al tratar de explicar la conveniencia de esa obra, lo que avivó la polémica, y obligó al Ayuntamiento a elaborar un comunicado en donde la alcaldesa Mirna Rincón Vargas, abre la posibilidad de iniciar una consulta pública sobre la operación de dicha planta.