* Teniendo como víctimas a niños, señala Solalinde
Horizonte Informativo, Tijuana, 29 de Noviembre del 2016.-Migrantes que atraviesan por territorio mexicano han sido blanco de traficantes de órganos, teniendo como víctimas a niños, pero el problema podría comenzar a crecer y afectar a los migrantes de Haití o África, advirtió el padre Alejandro Solalinde.
“Hay lobos que rondan a migrantes (…) si les digo que hay es porque tengo los pelos en la mano, y me duele mucho saber que hay transporte con órganos de niños, y esto está oculto con la complicidad de los gobiernos”, señaló tras participar en el Primer Conversatorio sobre Migrantes, realizado el lunes en Baja California.
Tras lanzar un enérgico llamado a los gobiernos para proteger a los migrantes, expuso que existe una realidad que se debe afrontar: “Hay un interés oculto porque hay intereses muy fuertes”.
En atención a medios de comunicación, el activista y defensor de derechos humanos expresó que el problema se agudiza.
“Los hermanos que están llegando no conocen las mafias que están en México y aquí en Baja California, donde pululan los secuestradores”, denunció Solalinde.
Indicó que a la fecha no hay registros de víctimas que sean migrantes de Haití o África, sin embargo, ante el mayor número de arribo de esta población a México y la vulnerabilidad que enfrentan, podrían ser presa fácil.
“Ellos están en riesgo, pero también en secuestros, porque hay que recordar que algunos haitianos tienen un buen nivel, es decir, son profesionistas que hablan diversos idiomas, ellos son buenos prospectos para ser secuestrables”, sostuvo.
Lamentó que es una realidad el tráfico de órganos y es a costa de los menores y adolescentes.
“Tenemos un Gobierno tan corrupto, que se encarga de tapar todo, y desde aquí, en Baja California, hago un llamado a todos los servidores públicos que les consta todo esto, que lo han visto y lo saben, les pido que no se callen y que lo hablen, que informen, yo sé que muchos de ellos lo han visto y tienen consciencia, no importa si están trabajando en una institución de Gobierno, tienen que hablar y no pueden quedarse callados”, concluyó.