José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana.- El arte de fomentar la inversión y el empleo es no causar molestias; ese ha sido el reclamo de siempre al gobierno federal, dijo el abogado fiscalista Octavio de La Torre, en el marco del foro convocado por la Asociación de la Industria Maquiladora de Otay (AIMO), para analizar los retos fiscales que debemos enfrentar en esta frontera.
Específicamente, lo que se le ha pedido al gobierno federal es que reduzcan impuestos y menos cargas administrativas, que las reglas fiscales sean transparentes, transversales, directas y fáciles de cumplir, señaló el especialista en administración fiscal.
Advirtió que el artículo 42 del Código Fiscal de la Federación recibió una nueva reforma a fines de 2017 y actualmente se encuentra en análisis en el Senado, y afecta a toda la población económicamente activa del país, no solamente a los involucrados en la industria de los hidrocarburos, como algunos pensaban.
“Se establecen más controles, más facultades coercitivas del SAT, y exageran las posibilidades de delito fiscal; y eso, aunado a las enormes cargas administrativas y fiscales que soportan las empresas, las obligan a aumentar su planta administrativa y jurídica, o las cargas al personal administrativo que ya tienen y, las posibilidades de crecimiento se van alejando”, criticó.
“Mientras en el centro del país dicen que todo está bien, que hay crecimiento económico, que hay tranquilidad y seguridad, y muchos empleos, la realidad es que tenemos un país rico lleno de pobres”, observó.
Luego de avisorar grandes dificultades para la sobrevivencia de las empresas de todo el país, pero sobre todo de la frontera norte, Octavio de La Torre confirmó lo que dijo el presidente de la AIMO: que será necesaria una nueva reestructuración administrativa de los industriales maquiladores.
Sin embargo, reiteró, no serían necesarios tantos ajustes si el gobierno federal adelgazara su aparato burocrático, si cobrara menos impuestos y los que quedaran fueran de bajo impacto; “deben eliminarse cargas fiscales y faciliten el cumplimiento de las obligaciones fiscales con la simplificación administrativa”, subrayó.
“Si el fin de todas las empresas es producir y generar riquezas, el gobierno, y sobre todo el Sistema de Administración Tributaria (SAT) deberían de facilitarnos el quehacer administrativo, y hacernos más atractivos para las inversiones y generación de empleos mejor remunerados”.
“Estamos viviendo tiempos desafortunados en los que nos jugamos todo, con la zozobra sobre lo que pasará con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los acuerdos de México con el exterior y las reformas fiscales tanto en Estados Unidos como en México”, abundó el abogado fiscalista.