Justicia para Ygnacio López Mendoza, de Santa Ana Maya: Carlos Sotelo García

MÉXICO DF 20 DE NOVIEMBRE DE 2013.- El día de hoy se ha realizado un homenaje al Dr. López Mendoza, alcalde de Santa Ana Maya, Michoacán, asesinado recientemente. Fue convocado por la Asociación de Autoridades Locales de México y el senador Alejandro Encinas entre otros.

Me uno a las voces que hoy exigen el esclarecimiento de este crimen que debiera conmover a nuestro partido y al país entero.

No conocí al Dr. López Mendoza, compartimos muchas trincheras políticas partidarias y sociales, su biografía cruza muchos de los caminos que he caminado.

Lamento profundamente no haberle visitado en su huelga de hambre que realizó en el exterior del Senado recientemente para exigir presupuesto para su comunidad, para su región, para su estado Michoacán. Me duele hoy  no haberle saludado y darle mi reconocimiento y apoyo, pues las veces que me lo  propuse diversas actividades lo pospusieron siempre.

Retomo algunos conceptos publicados recientemente:

“Su habitación era más pequeña que su consultorio. Una cama con una colcha azul, dos cuadros sencillos en la pared y uno más arriba en la cabecera con una leyenda: “recuerde que confío en usted”.

La cómoda que hacía las veces de cabecera de cama tenía algunos papeles, una crema, un teléfono, una pequeña escultura de un Quijote y una caja de pañuelos desechables.

El consultorio médico, el triple de grande que su pequeña morada, tenía un camastro para la atención de pacientes, una amplia estancia, un escritorio, y un estante enorme repleto de medicinas.

En Santa Ana Maya, el pueblo que gobernó dos veces, dicen que regalaba los medicamentos. La consulta era cobrada en 50 pesos. Quien no tenía, no pagaba.

Médico cirujano y partero, Ygnacio López Mendoza (Santa Ana Maya, Michoacán, 1952) se hizo querido por su profesión, su austeridad y por su compromiso. Hacía política desde los 20 años, casi al mismo tiempo en que empezó a ejercer su profesión. La primaria la cumplió en Santa Ana y la secundaria y la preparatoria en el Distrito Federal. Cursó Medicina en la UNAM. Ingresó al Partido Comunista Mexicano (PCM) en 1975, y luego al Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y siguió después en todas las vertientes posteriores (PMS, PRD, PT y Morena). López Mendoza atesoraba en su consultorio un cuadro enorme del Partido Comunista Italiano, emblema del eurocomunismo de los años setenta y promotor de la izquierda democrática.

No era un dogmático. Pero sí tozudo, solidario y comprometido.”

Como es del dominio público, el Dr. Ygnacio hizo una huelga de hambre frente al Senado el pasado octubre hasta que logró, tras 18 días de ayuno, el compromiso de obra pública, perforación de dos pozos para agua potable, regularización de predios para poder cobrar impuesto predial, pavimentación del camino Morelia-Celaya y autorización de un proyecto para el rescate del Lago Cuitzeo que beneficiaría a 18 municipios michoacanos.

Su muerte, su asesinato tiene el sello de la mafia local que controla vidas y empresas, políticos y militares en esa entidad.

Su muerte impune es una bofetada en el rostro de la sociedad mexicana, de nuestro partido. Demuestra la indefensión de los hombres y mujeres que en los gobiernos municipales quieren cambiar modos y costumbres que se van enquistando ante la pasividad y complicidad de autoridades estatales y federales.

Mientras las rutas del dinero, las rutas de las complicidades de políticos y el empresarios con los grupos criminales no sean investigadas, revelados sus nexos de esta sociedad, seguiremos viendo desfilar los cadáveres de gente honesta y valiente como Ygnacio.

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