TECOMATLÁN 12 DE JULIO DE 2017.- Hasta Tecomatlán, Puebla, llegó la memoria de José Corrales Almejo, joven padre de familia de Tijuana, Baja California, que murió asesinado la madrugada del sábado 29 de abril a manos de un grupo armado en la zona conocida como Polígono 6 en Tijuana. Corrales Almejo se sumó así a la larga lista de los mártires antorchistas, hombres y mujeres caídos en la lucha social; recordados con cariño cada 6 de junio.
“No sabemos si a nuestros muertos les guste o no que se les recuerde, pero en Antorcha su recuerdo es una muestra de lealtad” dijo en su mensaje el coordinador de la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista, Omar Carreón Abud, ante una Plaza de Fundadores repleta con los miles de asistentes de todo el país que acudieron a rendir homenaje a sus mártires, sin distinción geográfica o generacional.
Carreón Abud aseveró que la muerte de José Corrales Almejo le demuestra al pueblo mexicano hasta donde pueden llegar las clases poderosas para cuidar sus intereses. Resaltó que la agresión armada a más de 200 familias, con maquinaria pesada y golpeadores, dan cuenta de que no están pensando en los trabajadores, todos ellos humildes y pacíficos colonos cuya pobreza les obliga a subsistir de empleos como la albañilería como lo realizó por varios años José Corrales.
La conmemoración de los Mártires se realiza anualmente cada 6 de junio, instituido tras uno de los capítulos más dolorosos de la naciente organización, en la década de los ochentas. El 6 de junio de 1982, el joven Edgardo Amilcar Campos Córdova, de 16 años de edad, estudiante de secundaria, perdió la vida a manos en una brutal agresión por parte del grupo de caciques de Tecomatlán.
“Tenemos que llevarlos en nuestros corazones, con abnegación y fe en el futuro. Es una tarea grandiosa y formidable la que se ha puesto el antorchismo” dijo Lenin Campos Córdova, representante del Comité Ejecutivo durante su mensaje en el panteón municipal.
Es así como mediante una caravana y un evento político-cultural, miles de antorchistas exigieron en una sola voz justicia para José Corrales Almejo, y otros hombres y mujeres cuyos asesinos materiales e intelectuales no han sido castigados. “Los asesinos gozan de impunidad descarada. Son muchos los casos” admitió el dirigente social.
A casi dos meses de los hechos que dejaron viviendas destruidas y 16 vehículos calcinados, el antorchismo en Baja California se sumó al este enérgico llamado realizado en Tecomatlán y continuará exigiendo al gobierno que encabeza Francisco Vega de Lamadrid no avale una injusticia.