Expediente Político
Por: Alfredo Calva
El rompimiento en la disciplina parlamentaria del diputado local , Miguel Osuna Millán, al interrumpir la sesión que llevaban a efecto los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), ente en el que se encuentran representadas todas las fuerzas políticas que conforman la XXII legislatura del estado, no solo sorprendió y causo revuelo entre los presentes, sino que evidenció la guerra soterrada que se vive al interior del PAN, encabezada por el gobernador Francisco Kiko Vega y el ex mandatario estatal, José Guadalupe Osuna Millán.
El hecho registrado la semana pasada mientras sesionaban los integrantes de la Jucopo para definir los temas e iniciativas que se presentarían en la sesión del pleno legislativo para su análisis y aprobación o rechazo según fuera el caso, entre ellos, lo concerniente a las modificaciones al decreto 57 en el que se encuentran las obras con las cuales el gobernador y algunos de sus funcionarios saldrán beneficiados sustancialmente y que se realizarán a través de la modalidad de Asociaciones Público Privadas (APPs).
Cuando de manera intempestiva se les apersonó el diputado panista, Miguel Osuna Millán, para manifestar a los ahí reunidos su rechazo y oposición para que fuera subido al pleno para su aprobación el mal afamado decreto 57, esta insubordinación al lineamiento parlamentario panista, sacó a flote el enfrentamiento que sostienen y mantienen los panistas en la entidad desde hace algunos meses.
Confrontación que surge a raíz del apoyo manifiesto que que el grupo en el que el gobernador del estado, subordinados, dirigencias estatal y municipales, y algunos militantes, brindan a la figura del señalado de corrupto, Ricardo Anaya, actual líder nacional de ese partido para que sea su candidato a la presidencia de la república.
En contra de aquellos que no ven con simpatía la figura de Anaya por estar ligados y ser parte del grupo de calderonistas que quieren, por que ellos lo creen, que la candidatura debe de recaer en la esposa del exmandatario Felipe Calderón, -en el congreso están Miguel Osuna Millán y Carlos Torres Torres-, Margarita Zavala, y que en la entidad son liderados por el hermano del diputado rebelde, el ex gobernador, José Guadalupe Osuna Millán.
Osuna Millán apoyó a Francisco Vega de Lamadrid, durante la contienda interna panista para lograr la candidatura a la gubernatura en el 2013, y no lo hizo por la simpatía o afecto que se guardan ambos, sino porque Osuna Millán no quería que ganara la contienda Héctor Osuna Jaime, quien por cierto fue el líder del grupo político panista al que perteneció el ex gobernador, y porque Kiko en ese tiempo por su empatía con la gente brindaba mayor posibilidad en el triunfo electoral, hecho que finalmente así resultó.
Hoy, el ex gobernador crítica acremente la gestión gubernamental de Kiko Vega, a quien entre sus cercanos lo acusa de disfuncional político y de alta proclividad a las acciones de corrupción.
Es por ello, que entre el resto de los diputados no se duda de que Miguel Osuna haya recibido instrucción de su consanguíneo para que irrumpiera en la Jucopo y manifestara que no votaría a favor de endeudar más al estado con las APPs e integrar su apoyo a la lucha que sostienen organizaciones de la sociedad en contra de estas lesivas obras contempladas en el decreto 57.
La acción que esta muy alejada de los intereses de la mayoría de los bajacalifornianos que se oponen a los negocios que intentan hacer Kiko Vega y subordinados con las Apps, simplemente fue una maniobra del ex gobernador de golpeteo político hacia Kiko Vega y sus seguidores, y para consolidar el ex gobernante su imagen en la búsqueda de la candidatura de su partido a la cámara alta del Congreso de la Unión.
En unos días conoceremos el destino del decreto 57, si lo aprueban y quienes lo hacen, o lo dejan fuera como es el reclamo popular y, la postura final en este tema del legislador Miguel Osuna Millán.
Y mientras tanto….
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