* Surge movimiento de familiares víctimas de instituciones médicas
José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana, 20/09/18.- En representación de familiares víctimas de abusos en el Hospital General de Tijuana y otras instituciones médicas, la licenciada Paulina Ramírez Olivas dijo que exigen la destitución del director de ese nosocomio, el doctor Humberto Clemente Zúñiga Gil, y que se eliminen las deficiencias y abusos que ahí se cometen.
Con la aclaración de que no se han registrado como asociación civil, y lo que pretenden es más que nada generar un movimiento en el que todos los ciudadanos víctimas de abusos en instituciones médicas se sumen, Ramírez Olivas informó que además de las primeras 15 que ya tienen en lista, se encuentra también la abuela de la joven Isis, a quien le decapitaron a su bebé en el parto, en el Hospital General.
Luego de advertir que han recibido amenazas, pero no los amedrentan, expuso las siguientes denuncias:
Que el Hospital General de Tijuana no cuenta con instalaciones de calidad e higiene para atender a sus pacientes; que el tiempo de espera para recibir atención de urgencia es de una a cuatro horas, aproximadamente, y hasta hay un caso de dos días sin atender a un paciente, para un lavado de pie diabético.
La atención, citó, es prepotente, grosera y descuidada, tanto por parte del personal médico como administrativo. Nunca cuentan con medicamentos, servicios de laboratorio ni instrumentos adecuados, y cuando los cuestionan, se excusan de una manera burlona, alegando que es un hospital de pobres.
Las enfermeras, doctores, residentes y pasantes de medicina utilizan frases despectivas, burlonas y humillantes para referirse al dolor o angustia del paciente.
El director del HGT, Clemente Humberto Zúñiga Gil, denuncian, “es inaccesible para los usuarios, y cuando se presenta alguna queja, siempre se lava las manos culpando al paciente y excusando a su personal ineficiente”.
Observan además que “toda la atención médica corre a cargo de estudiantes de medicina, los cuales no cuentan con la vigilancia o asesoramiento de un médico titulado; esto, aparte de las conscuencias que lleva la falta de experiencia, y obviamente los pacientes nos sentimos asustados al ver el nerviosismo y actuar errático de los pasantes”.
Por lo anterior, les alarma el número de acusaciones hacia el Hospital General, pues desde iniciado este movimiento se han manifestado ya aproximadamente 50 personas narrando sus propias experiencias, “y hay infinidad de víctimas que no denuncian, por temor, y amenazas que reciben”.
Encima de todo, ya internados, acusan, son retenidos a fuerza, cobrándoles una cantidad exagerada de dinero por un tratamiento que no fue recibido si llegan a pedir su alta voluntaria.
Por todo lo anterior, exigen: Atención oportuna y de calidad, supervisión constante e ininterrumpida, por parte de médicos titulados a los pasantes, que se instale un módulo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el HGT, mejorar instalaciones, y la renuncia del director. “Si Kiko Vega lo puso, que Kiko Vega lo quite”.