José Ángel Inzunza Mendoza/ Octavio Fabela Ballinas
Tijuana.- Con una marcha pacífica esta noche cientos de antorchistas realizaron una marcha por la paz, pero sobre todo de exigencia al gobierno para que demuestre su capacidad en el combate a la delincuencia, porque gritaban: “pónganse las pilas”, “porque para eso fueron contratados por los tijuanenses”.
La maestra Verónica Armenta, integrante del Comité Directivo Estatal de Antorcha Campesina encabezó la marcha que inició desde el monumento de Cuahtémoc hasta el de la Independencia (mejor conocido como “el de las tijeras”), a la altura del Centro Cultural Tijuana (Cecut), prosiguiendo por el puente Independencia para dar vuelta por el Palacio Municipal y llegar hasta el Centro de Gobierno del Estado (edificio blanco), donde gritaron consignas al gobierno de “Kiko” Vega.
Si bien hicieron alguna mención a los muchos compromisos incumplidos por el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, de la agenda de obras y servicios acordados desde el pasado año 2017, los antorchistas gritaron que principalmente reclaman por esta ocasión la seguridad en las colonias.
Muchos de los manifestantes llevaban o veladoras o velas que en la oscuridad eran el clamor por la seguridad en medio de la negrura de la violencia que azota la ciudad de manera impune y que les recordaba exigir que los responsables de la seguridad pública, tanto a nivel municipal como estatal, cumplan con sus encargos.
Abundaron las demandas al titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor Amezcua, al cual recordaron que está vigente una exigencia de que renuncie, si no puede con el cargo, y que la falta de vigilancia policiaca en colonias donde abunda el robo y asaltos domiciliarios, es de suficiente peso para que le ceda el cargo a otro que sí demuestre capacidad.
Hasta un ataúd simbólico cargaron algunos antorchistas para ilustrar el terror que cunde entre los colonos que ya exigen solución, porque no solamente peligran sus bienes y pertenencias, sino sobre todo su integridad y sus vidas.
Al frente del contingente, la maestra Verónica Armenta gritó las consignas de “seguridad” porque dijo, es el clamor de todos los tijuanenses, pero que muchos de ellos lo callan, porque creen gritar en el desierto, o por temor a represalias, ya que a veces hasta quienes debieran protegernos, agreden a los ciudadanos de bien, “¿y el secretario de Seguridad? Bien, gracias”.