La pandemia nos ha dado una sacudida de conciencia como humanidad, por lo que es momento de atender a esos seres que coexisten con nosotros y que forman parte de la fauna urbana de nuestro entorno.
Lo anterior lo expresó Iván Márquez, presidente y cofundador de ProVidAnimal Asociación Civil, quien consideró que es tiempo, como sociedad, de poner en orden nuestras prioridades y asuntos pendientes con la madre naturaleza.
“Dentro de esos nuevos menesteres, definitivamente debe ahora considerarse el comenzar a respetar a los más desprotegidos. Nuestro deber es cuidar de ellos porque son esenciales para nuestra coexistencia e imprescindibles para mantener el balance de los ecosistemas”, comentó.
El activista refirió que en los últimos años asociaciones protectoras, en conjunto con las autoridades, han llevado a cabo una agotadora tarea para erradicar su sufrimiento, así como reducir la sobrepoblación a través de campañas educativas y de esterilización masiva a bajo costo.
Dichas acciones han sido bastante fructíferas hasta que la pandemia interrumpió la lucha, afirmó, lo que ha tenido serias repercusiones, ya que los animales pasaron a un segundo y hasta tercer plano en las prioridades.
Sin embargo, argumentó el líder de ProVidAnimal, lejos de desanimarnos debe sacar a flote nuestro sentido humano y fomentar, nuevamente, la importancia de adoptar y erradicar la compra venta de mascotas, considerado esto como explotación animal.
“Sabemos que esterilizar les da una mejor calidad de vida y, sobre todo, que si unimos fuerzas con las organizaciones gubernamentales, el beneficio para ellos será aun mayor, lo cual es gracias a que cada vez más gente se une a esta causa”, apuntó.
Iván Márquez hizo un llamado a brindar apoyo al Centro de Control Animal Municipal y también a adoptar a la gran cantidad de perros y gatos que ahí se alojan y que ya están listos para irse a un hogar definitivo.
Finalmente, resaltó la relevancia de ayudar a los que se encuentran en situación de calle, a brindarles los cuidados necesarios de las inclemencias del tiempo, las enfermedades y a satisfacer esas necesidades básicas de alimentación que les ayuden a sobrellevar la cruel vida que les ha tocado, producto de nuestra irresponsabilidad e indiferencia.