El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), es generalmente un componente esencial en la recaudación tributaria de México, y para el 2025 se verá un incremento del 4.5% en sus cuotas bajo este impuesto, informó el abogado fiscalista Jorge Alberto Pickett Corona.
Este aumento, explicó, basado en la actualización anual por inflación establecida en la Ley del IEPS, refuerza la importancia de este gravamen en los ingresos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Detalló que el IEPS se aplica a productos específicos como combustibles, bebidas azucaradas y tabaco, generando una contribución significativa a las arcas públicas, ya que para 2025, los ajustes previstos son: gasolina Regular (Magna) pasará a 6.45 pesos por litro, un aumento de 28 centavos.
Mientras que la gasolina Premium se ubicará en 5.44 pesos por litro, incrementando 23 centavos; el diésel alcanzará 7.09 pesos por litro, 30 centavos más que en 2024; bebidas saborizadas subirán a 1.64 pesos por litro, un incremento de 7 centavos y los cigarros cada unidad tendrá un gravamen de 64 centavos, 2 centavos más.
“El papel estratégico del IEPS en la recaudación, pues es un impuesto clave debido a su diseño específico para productos de alto consumo. Además de ser una fuente constante de ingresos, tiene un enfoque regulador al desincentivar el consumo de productos que pueden impactar negativamente en la salud o el medio ambiente”, expresó.
Pickett Corona comentó que en un contexto donde la inflación anual se ubicó en 4.55% en noviembre, según el INEGI, la actualización del IEPS no solo mantiene su relevancia económica, sino que también asegura que el gravamen siga siendo proporcional al poder adquisitivo.
En ese sentido, dijo que el IEPS es uno de los impuestos indirectos más importantes para el SAT, representando un porcentaje significativo de la recaudación total, ya que su estructura permite un flujo constante de recursos para financiar programas sociales, infraestructura y otras prioridades gubernamentales.
Además, el aumento en las cuotas refuerza la estabilidad fiscal sin requerir la creación de nuevos impuestos; situación que se alinea con la estrategia de mantener una base tributaria eficiente y sostenible, concluyó el abogado fiscalista.
