* Presidió también la graduación de la Quinta Generación de “Jóvenes Cambiando sus Vidas”
TIJUANA BC 23 DE NOVIEMBRE DE 2013.- El Secretario de Seguridad Pública Municipal, Jesús Alberto Capella Ibarra, presidió esta mañana las emotivas ceremonias de entrega de ascensos a casi 400 integrantes de la Policía Juvenil y la graduación de más de 80 alumnos de la Quinta Generación del programa “Jóvenes Cambiando sus Vidas”.
Ambos eventos se desarrollaron en las instalaciones de la Dirección General de Policía y Tránsito, en la delegación Centenario, y fueron testigos padres, madres y familiares de los adolescentes.
Luego de entregar ascensos a Cadete, Cadete de Primera, Cabo, Sargento Segundo y Sargento Primero, Capella Ibarra dijo a los graduados que una de las acciones del XX Ayuntamiento de Tijuana, bajo el liderazgo del alcalde, Carlos Bustamante Anchondo, es haber diseñado la oportunidad para proporcionarles nuevas opciones de formación que complementaran la educación que reciben en la escuela y en sus hogares.
Enfatizó que la Dirección de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, que encabeza Lot Priscilia García Cortez, creó la Policía Juvenil, que no solo creció en número de integrantes y unidades de entrenamiento, sino que introdujo una filosofía que está transformando vidas y planes de vida de muchos niños y jóvenes, capacitados en orden cerrado, rapel, “tumbling”, primeros auxilios y educación vial.
Ahora, continuó, la Policía Juvenil cuenta con 1 mil 150 jóvenes y niños de ambos sexos, en 26 unidades diseminadas por toda la ciudad y 380 respondieron a la convocatoria para tener grado, bajo criterios de antigüedad, destreza y aptitudes.
Indicó que el objetivo es homologar e incentivar a los jóvenes por su dedicación y esfuerzo, además de motivarlos para seguirse preparando y formando como personas de bien dentro de la sociedad.
Al mismo tiempo, indicó, constituye un estímulo de respeto, pertenencia y esfuerzo, porque comparado esto con cualquier grupo táctico, paramilitar o de fuerza policiaca, equivale a los niveles de esfuerzo de cada quien: tener un grado es llevarlo con el orgullo y el coraje que representó el esfuerzo y la lucha noble por obtenerlo.
Por último, felicitó a los instructores y a los empresarios que apoyaron este programa de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, y a los integrantes de la Policía Juvenil, que en el reciente desfile de la Revolución mostró destrezas, disciplina y, sobre todo, el orgullo de pertenecer a esa corporación.
“JOVENES CAMBIANDO SUS VIDAS”
Enseguida el Secretario Capella Ibarra presidió la graduación de 81 chicos y chicas en la Quinta Generación del programa “Jóvenes Cambiando sus Vidas”, que emprendió durante su gestión la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, por medio de la Dirección de Prevención del Delito y Participación Ciudadana.
Explicó que en esta ocasión se fortaleció con recursos del Subsidio para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun) a través del programa Cultura de Paz para Niñez y Juventudes a Través de Estrategias Creativas.
El titular de la SSPM indicó que el objetivo general es participar en la formación de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el fomento de la paz entre las personas y los grupos, con la finalidad de promover la justicia, la libertad, la tolerancia, la cooperación y la solidaridad, así como incorporar la perspectiva de la cultura de la paz en las políticas públicas dirigidas a infancia y juventud.
Todo esto acompañado por el desarrollo y promoción de metodologías para la intervención con juventudes y niñez, orientadas a la construcción de una cultura de paz, que promueva el desarrollo de aptitudes para el diálogo, la negociación, la formación de consenso y la solución pacífica de conflictos.
Resaltó, por último, los beneficios de la política del gobierno federal, de apoyar los programas de prevención para evitar que niños, niñas y jóvenes sean captados por el crimen organizado, y también el impulso que dio a dichos programas la administración del presidente municipal Carlos Bustamante Anchondo.