*La directora de la institución los califica como “colaborativos, solidarios y proactivos, capaces de desarrollar una práctica educativa inclusiva, que atienda a la diversidad con equidad, pertinencia y excelencia”
TIJUANA.- La Escuela Normal Fronteriza Tijuana (ENFT) “entregó” a la sociedad a 186 nuevos profesionales de la educación, “comprometidos con su comunidad y capaces de desarrollar una práctica educativa democrática e inclusiva”, dijo la directora de la institución, doctora Catalina Guadalupe Ortiz Macías, durante el evento de graduación celebrado este fin de semana en el Baja California Center.
“Esta misión está cumplida”, expresó la doctora Ortiz Macías, al indicar que una vez más, la ENFT cumplió su misión “de formar integralmente ciudadanos profesionales de la educación, comprometidos socialmente con su comunidad en los ámbitos locales, regionales, nacionales, transfronterizos e internacionales”.
“Profesionales colaborativos, solidarios, positivos y proactivos, con una visión humanista y capaces de desarrollar una práctica educativa democrática e inclusiva, que atienda a la diversidad con equidad, pertinencia y excelencia, que aporte a la generación de nuevos conocimientos para contribuir al avance de la ciencia y al bienestar de la sociedad de Baja California, del país y del mundo”, señaló.
Durante el evento estuvo presente Ernesto Rodríguez Cabrera, jefe del departamento de Gestión y Seguimiento de la Dirección de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DESPE), quien tuvo la representación de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda; el delegado del Sistema Educativo Estatal, Miguel Alfredo Nuño García, en representación del secretario de Educación, Luis Gilberto Gallego Cortez.
Asimismo la maestra Carmen Alicia Ocegueda González, de la Sección II del SNTE, y las subdirectoras académica y administrativa de la Norma Fronteriza, doctora Laura Verónica López Ruiz y maestra Lilia Montaño Monreal, respectivamente, entre otros invitados especiales.
El director fundador de la Escuela Normal Fronteriza Tijuana y padrino de la generación, maestro Jesús Ortiz Figueroa, pidió a los egresados ir con entusiasmo y alegría a cumplir su noble misión de maestras y maestros,
“para el bien de nuestra sociedad y de la gran familia humana que vive momentos de crisis profunda”.
Ortiz Figueroa dijo a los nuevos maestros que la educación es la clave para que los seres humanos se descubran y se vinculen positivamente con el mundo, crezcan, se realicen y sean felices, pues “la verdadera educación —sentenció—, busca formar al ser humano entero; supone transmitir, de generación en generación, los valores espirituales que dan a la vida significado y densidad; enseñar a vivir —no a ganarse la vida—, pone énfasis en la formación del espíritu y en el cultivo de los valores”.
Maestro, indicó, es el educador que teniendo una filosofía de la vida, transmite valores no solo en sus clases sino en toda la línea de su conducta, impactando a sus alumnos con la coherencia entre sus pensamientos, sus palabras y sus acciones; el verdadero libro para el alumno es el maestro, porque el maestro enseña no lo que sabe, sino lo que es, señaló.
El verdadero maestro enseña a crecer en libertad, enseña a buscar y disentir; es digno de la amistad de sus alumnos, es el que busca con ellos la verdad, educa para la libertad, forma personas dueñas de sí mismas, aptas para gobernarse a sí mismas y no para ser gobernadas por otros, ni por sus pasiones; enseña a los seres humanos a ser independientes de todos, pues “el ejercicio del propio juicio debe ser el objetivo más preciado de la educación”.
Que la sabiduría ilumine su inteligencia y el bien guie su voluntad —deseó a los egresados—, y les pidió recordar que la niñez es un regalo a la esperanza; su patrimonio está constituido por la alegría, la hermosura, el entusiasmo, el ímpetu y el instinto. La infancia feliz es el presupuesto indispensable de una madurez feliz, subrayó; por ello nuestro lema debe ser ¡que los niños sean felices! debemos enseñarlos a luchar contra todos los enemigos de su felicidad: el miedo, el aburrimiento, la angustia, los celos, la envidia y el egoísmo.
“Sólo si un niño vive en un ambiente de equidad aprende a ser justo; si recibe aprobación, aprende a quererse y estimarse; si es amado, aprende a amar; vayan pues con gozo, entusiasmo y alegría a cumplir su noble misión de maestras y maestros”, concluyó.