TIJUANA BC 31 DE OCTUBRE DE 2017.- La celebración del Día de todos los Santos se llevará a cabo mañana 1 de noviembre y el Día de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre en nuestro país, donde los católicos visitan los cementerios para orar y arreglar las tumbas de sus seres queridos que ya fallecieron, y los templos para participar en las celebraciones para pedir por su eterno descanso.
“Dos fiestas muy importantes. El día primero celebramos a todos los santos. Un mismo día celebramos a todos aquellos que son ejemplo de vida cristiana para nosotros e intercesores ante Dios. Todos los santos de carne y hueso como nosotros, que nos dicen cómo hemos de vivir el Evangelio, cómo hemos de encontrarnos con Cristo, y que ruegan en el cielo constantemente por nosotros”, dijo nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Moreno Barrón.
Aclaró que no sólo celebraremos a los santos canonizados que están en los altares, como los Santos Niños Mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan, que fueron canonizados por el Papa Francisco el 15 de octubre pasado, sino que honramos a todos los santos de nuestra vida diaria.
“Esa gente que nos amó, que se dejó amar por nosotros y que ahora están gozando de Dios, que también son un ejemplo para nosotros y que ruegan en el cielo por cada uno de nosotros. Y el día 2 recordamos a todos nuestros seres queridos que han muerto. No hay un muerto más muerto que aquel al que nadie recuerda, aquel por el que nadie reza. No dejemos morir a nuestros difuntos. Mantengámoslos vivos en nuestra mente y en nuestro corazón”, invita Mons. Moreno Barrón.
También los invita a visitar a sus seres queridos ya fallecidos a llevarles flores y a orar por ellos en sus tumbas. Y que recuerden cuáles fueron sus cualidades y bondades y en qué los pueden imitar, y cómo los pueden mantener vivos en medio de sus familias. Sin embargo, ellos también tuvieron defectos y pecados, como nosotros mencionó el Arzobispo, por ello “le pedimos a Dios ese día que les muestre su misericordia, les perdone y les haga partícipes de su gloria en el cielo. Y si ya nuestra oración no se necesita porque ya ellos están gozando de Dios que aproveche a los fieles difuntos por los que nadie pide, aquellos a los que ya nadie recuerda”.
Mientras quienes no puedan ir a los panteones les sugiere hacer una reunión familiar y sacar fotografías de ellos, películas y cocinar su comida favorita para que esta celebración una más a las familias, y contribuya a una renovación de nuestra sociedad. Así mismo quienes puedan poner altares de muertos, porque eso va de acuerdo a nuestra cultura, tradiciones y a nuestra fe.
“Vivamos estos días maravillosos que la Iglesia nos presenta al principio de este mes de noviembre”, comentó el Arzobispo.