* “Nuestras leyes tienen el fin último de proteger la vida y junto con ella la protección de la libertad y el suicido entra en ese juego”
TIJUANA BC 12 DE OCTUBRE DE 2014.- La tasa de suicidios en México ha aumentado un 300 por ciento en las últimas tres décadas según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, por cada 100 mil habitantes existe un promedio de 4.7% de personas que deciden quitarse la vida. Aun así el país tiene una de la tasas más bajas del mundo, aunque en el 2012 se registraron 5 mil 549 suicidios, la mayoría de hombres.
El Doctor en Derecho Eduardo Oliva, es un impulsor de las leyes que buscan legalizar el suicidio en el sentido que todos tenemos el legítimo derecho de tener una calidad de vida. Actualmente imparte la materia “Legalidad de la muerte y suicidio”, de la Maestría en Tanatología de la Universidad de Tijuana.
Mencionó que un punto importante de la maestría es hablar de los derechos sucesorios de cuando una persona muere, ya que deja recuerdos pero también deudas, de ahí surge la materia.
Todavía hay en la doctrina del derecho quienes piensan que el suicidio es solo quitarse la vida. Hay una confusión con los enfermos terminales, ya que a veces el suicidio es una acción positiva en busca de la calidad de vida. Hay una distancia cuando la persona realiza una serie de acciones para quitarse la vida por cuestiones emocionales, económicas o hasta religiosas.
Comento que uno de los problemas de estas leyes son la poca difusión que se les da y un factor es la posición de la religión que entra de forma determinante en estos temas, ya que el estado y la sociedad están condicionados a sus creencias, además hay grupos extremistas que ponen una barrera y lo convierten en una lucha de poderes.
Actualmente, continuó, en México existe una corriente ideológica muy fuerte a partir del 2011 que busca una reforma a la constitución, donde permea el respeto al derecho humano, pues busca que las leyes deben respetar la calidad de vida y mi calidad de muerte, que es donde entra la decisión de la voluntad anticipada de morir.
“La voluntad anticipada no solo es decir hasta donde quiero llegar, para que no que siga extendiendo una vida que ya no tiene calidad. Nuestras leyes tienen el fin último de proteger la vida y junto con ella la protección de la libertad y el suicido entra en ese juego, se habla de vida y libertad, entonces el suicidio es un decisión individual que bien o mal vista es un decisión de libertad”.
El abogado recomendó el libro “El Suicidio” de Emile Durkheim, que habla sobre el tema a través de un análisis por factores psicológicos, sociales, lo cual lleva a la conclusión que no es un problema interno solamente sino que sus causas pueden ser externas derivadas de causas sociales.
