* Da fe Notario Público Número 4 de “testamentos” y “escrituras” a favor del lenón Gerardo Álvarez Jiménez, sin cumplir esos documentos requisitos de legalidad
José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana, 02/10/18.- En contubernio con su notario adscrito, Ramón Hernández Sánchez, y el conocido lenón de la Zona Norte, Gerardo Álvarez Jiménez, el Notario Público Número 4, Eduardo Manuel Vallejo García Travesi dio fe de documentos que debieran catalogarse como apócrifos, pues “certifican” acciones de despojo y fraudes.
El “Instrumento” 148,343, de la “protocolización del acta de asamblea”, hecha el 21 de junio de 2017, bajo el número de volumen 8418, “hace constar que compareció el señor Noé de Jesús Rodríguez Guerra, como Delegado Especial de la empresa denominada “ADTSA”, Sociedad Anónima de Capital Variable”.
Afirma el notario que el compareciente exhibió un duplicado del Acta de Asamblea General Extraordinaria de Accionistas, y que, “como consecuencia de la renuncia del señor Sergio Armando Jiménez Gutiérrez”, resolvieron nombrar al señor José Gerardo Álvarez Jiménez, como ADMINISTRADOR ÚNICO de la Sociedad”.
Por supuesto, no hubo tal asamblea, no al menos una en la que estuviera de acuerdo el que supuestamente renunciaba.
Esa misma “acción” se presentó en dos ocasiones diferentes, y el Notario 4 certificó los documentos sin respaldo legal alguno. Los documentos que comprueban que se “notarizó” algo ilegal, los tiene el señor Sergio Armando Jiménez, primo del que ahora presume ser el administrador único, y quiere apropiarse de todo.
Eso fue solamente el principio de varias otras ilegalidades cometidas por Álvarez Jiménez, quien se enteró de que su padre estaba grave, internado en un Hospital de San Diego, y aprovechándose de esta situación acudió a su socio Eduardo Vallejo García Travesi, titular de la Notaría Publica Número 4, para que le elaborara el testamento de todos los bienes de su padre, el señor Juan Daniel Álvarez.
No obstante que la ley dice claramente que el testador debe estar en sus cinco sentidos, y en pleno uso de sus facultades mentales, Gerardo Álvarez manipuló a su demacrado padre, para que firmara, contra su voluntad, a favor de él y de sus dos hermanas María Isabel Álvarez Jiménez y Juana María del Carmen Álvarez Jiménez, queriendo despojar a su madre y a su propio hermano.
Otra versión advierte que incluso hasta la firma pudo haber sido falsificada, pues no existe la certeza de que cuando el testamento fue redactado, el señor Juan Daniel Álvarez estuviera vivo.
No conforme con haber dejado fuera del testamento a su madre, la señora María Guadalupe Jiménez Loza, el lenón Gerardo Álvarez fue a Aguascalientes y la secuestró, con la pretensión de asegurarse que la señora no lo demandara.
Ya en Tijuana, la extorsionó en su casa, ante el Notario 4, para que ella firmara su testamento a favor de Álvarez Jiménez como heredero universal, así como darle un poder de dominio amplio sobre las acciones de la empresa denominada Rigeisa, S.A. de C.V.
Así, José Gerardo, el 20 de octubre del 2017 usó ese poder de dominio para ceder las acciones a su hijo Luis Daniel Álvarez Ramírez, mediante un contrato privado de cesión de derechos, en esta ciudad de Tijuana, y para poder protocolizarlo, envió a su hijo con un notario público a Oaxaca.
En el momento que el señor Álvarez usa el poder de dominio para la cesión de derechos, este poder se encontraba ya revocado, pues el 19 de octubre, su madre, ya liberada de la confusión de las drogas que él le había suministrado para confundirla, se acercó a un notario en Aguascalientes, logrando revocar dicho poder.
Estas son algunas de las constantes irregularidades y violaciones a la ley registradas en la Notaría Pública Número Cuatro.
Estas irregularidades, en su momento, afectaron el juicio testamentario que se está ahora ventilando en el Juzgado Cuarto de lo Civil, con el juez de Primera Instancia, pues este pudo tener conocimiento del supuesto testamento del señor Juan Daniel Álvarez Gutiérrez, después de cinco meses de estarlo solicitando al notario número cuatro.
El juez pidió el documento desde el mes de septiembre del año pasado y lo pudo tener en su oficina hasta el mes de febrero de este año.
El documento estuvo retenido todo ese tiempo en la Notaría Número Cuatro.
En ese tiempo el notario y José Gerardo Álvarez manipularon la distribución de los bienes del papá, mismos que hasta la fecha no se han declarado en su totalidad, tales como una residencia en Las Vegas, Nevada, un centro comercial y una gasolinera aquí en Tijuana, así como diversas cuentas bancarias en los Estados Unidos.
De esos bienes Gerardo tiene beneficios económicos, ya que casualmente él es administrador, derecho que por ley le corresponde a su señora madre.
No obstante todas estas irregularidades, ahora existe la duda de que tan legal es el Juez Cuarto de lo Civil, ya que dictó sentencia sin haber agotado todos los medios necesarios para hacerse sabedora de los bienes con que contaba Juan Daniel Álvarez Gutiérrez, el patriarca de la familia, dejando en indefensión a la mamá y el hermano de José Gerardo.
Lamentan los informantes que “Eduardo Manuel Navarro Vallejo García Travesi, titular de la Notaría Número 4, de Tijuana, quien se supone debe dar fe pública con toda honradez y probidad, y que con ello respalda el valor de su firma y de su derecho legal, se ha convertido en un delincuente que favorece al que mejor le paga, desprestigiando al resto de los fedatarios de esta ciudad”.