TIJUANA, Baja California – La seleccionada nacional y campeona de Juegos Centroamericanos, Esmeralda Verdugo, visitó esta semana las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento, donde recibió la placa de reconocimiento entregada por el Gobierno a los medallistas y seleccionados nacionales participantes de Baja California en Barranquilla 2018.
La jugadora de las Águilas del América en la Liga MX Femenil compartió algunas de sus vivencias y experiencias tanto en el certamen centrocaribeño como en el circuito nacional profesional que agrupa a las damas y que se ha convertido en una plataforma de desarrollo y proyección de la mujer en el fútbol.
“Para mí fue una experiencia bonita, emocionante, marcó mi vida, por que había tenido muchos años con el deseo de estar y regresar a la selección”, dijo la joven embajadora deportiva que también es madre y futbolista.
La final fue difícil dijo. “Fue super emotivo, para empezar primero estábamos muy nerviosas por como estaba el marcador íbamos 1-0 a mi me impacto la actitud de mis compañeras que se aferraron a remontar, al final metimos los goles y se dio el resultado”, recordó.
“En todo el torneo, Costa Rica fue el rival más difícil, pero me gustó cómo salimos adelante.No nos achicamos en la final”, explicó. “Un torneo como ese fue algo especial ademas de que ganamos la medalla de oro”.
De 2006 a 2013, Esmeralda formó parte de los programa de Olimpiada Nacional cuando el fútbol asociación integró el mismo. “Fueron como seis o siete años, tuve una final aquí en Tijuana en 2013, y también un regional en el que ganamos, clasificamos y salimos campeonas”, recordó.
Ser parte de esos procesos fue de gran utilidad en su formación y crecimiento. “Me sirvió mucho a mi ese proceso como deportista por que tenemos que ser atletas antes que futbolistas, en la Olimpiada Nacional aprendí y me enseñó mucho también a poder desarrollar mi disciplina y fue lo que me sirvió a llegar hasta ser profesional”, expuso.
Con la Liga MX, consideró, se ha abierto la puerta para que más niñas que en estos momentos se inician en diferentes clubes o equipos amateurs, cuenten ya con una posibilidad de alcanzar un alto nivel.
“La Liga MX femenil fue como un impacto muy grande para todas las jugadoras”, sostuvo. “Yo creo que va ayudar mucho a las jugadoras más pequeñitas, a las que vienen de abajo para que ellas puedan cumplir su sueño de llegar al profesionalismo”.
Otro detalle interesante que la medallista de oro compartió fue el hecho de que tiene el trabajo de sus sueños y no sólo por jugar, sino también por pertenecer al que había sido su equipo favorito. “Para empezar, yo soy americanista desde chiquita y para mí es un orgullo portar esta camiseta, me gusta pelear por estos colores”, concluyó.