* Por usufructo de Petróleos Mexicanos en el entorno de su territorio por atraque, almacenaje y conducción de productos petroleros
* “No deben desestimarse efectos de posible incidente por fuga de gas o derrame de combustible en litoral y costa rosaritense, durante tránsito y descarga de buques”
PLAYAS DE ROSARITO BC 26 DE JUNIO DE 2014.- “Mientras que otros municipios reciben recursos públicos de PEMEX, Playas de Rosarito que lleva a cuestas una gran responsabilidad y todos los posibles riesgos ecológicos en contra de su entorno y de la población, no es considerado con una retribución justa para la ciudad, por el uso de su territorio, por la conexión, almacenaje y conducción de los productos de PEMEX”.
Así lo indicó la Legisladora Laura Torres Ramírez al presentar un Punto de Acuerdo ante el pleno, por medio del cual exhortó al Director General de Pemex, Emilio Lozoya Austin, con el propósito de que se otorgue una justa retribución para este quinto municipio y su población, por el usufructo de su territorio en el manejo, almacenaje y conducción de sus productos petrolíferos en la ciudad.
En su exposición de motivos enfatizó: “nuestra acción se justifica en la necesidad de fortalecer fiscalmente a este Ayuntamiento a fin de mejorar su capacidad de protección y respuesta a toda la municipalidad ante los innegables riesgos potenciales”.
Indicó también que la empresa más grande de nuestro país, es Petróleos Mexicanos y que es el mayor contribuyente fiscal de México, así como una de las empresas más grandes de América Latina. Por su experiencia laboral y científica desarrolla toda la cadena productiva de la industria, desde la exploración, hasta la distribución y comercialización de productos finales, incluyendo la petroquímica.
Luego mencionó que en Baja California, PEMEX realiza importantes ventas de productos petrolíferos y particularmente en Playas de Rosarito, en donde se llevan a cabo con el apoyo de barcos remolcadores, maniobras en el océano, denominadas “de atraque de los buques” cargados con el combustible a las boyas de amarre que cuentan con mangueras flotantes y submarinas.
Estas tienen una longitud de un mil 500 a 3 mil 200 metros, las cuales sirven para descargar el combustible, tipo Magna, Premium, diesel, turbosina, combustóleo y gas LP, estas se conectan a los tanques de almacenamiento en tierra.
Como nos damos cuenta, -dijo- se realizan maniobras complicadas con eficientes acciones de logística para lograr el suministro de sus productos y después almacenarlos y posteriormente llevar a cabo la conducción para la comercialización de los productos petroleros.
Dicha conducción se realiza a través de una amplia red de ductos, los cuales cruzan por este municipio para transportar estos hidrocarburos a todo el Estado de Baja California hasta Mexicali, por medio de un poliducto con una longitud de 147.8 kilómetros de longitud, transportando el equivalente a 19 mil 200 barriles diarios.
Estos ductos que cruzan por esta Ciudad, no pagan derechos de vía y disponen de una superficie de terreno suficiente para la construcción, operación, inspección y mantenimiento de esas líneas de conducción de productos de PEMEX.
Pero existen los riesgos del posible impacto ecológico que pudiera generarse en el océano aledaño a la infraestructura portuaria, así como el que se pudiera generar en los ductos que cruzan por Playas de Rosarito, resaltó.
Hizo hincapié en que en años pasados PROFEPA había intervenido en un accidente que se generó en un poliducto por fugas en el conducto, “sin ser una especialista en la materia, la lógica nos dice que el riesgo aún está latente y al mismo tiempo, creemos debe estar controlado, el cual desde luego debe ser valorado y compensado por quienes se benefician directamente”.
Luego agregó que: “no deben desestimarse los terribles efectos que tendría para esta sociedad un incidente por fuga de gas o derrame de combustible en las proximidades al litoral o incluso, en la costa rosaritense; ya sea durante el tránsito o por las maniobras en las instalaciones de la terminal durante la descarga de los buques.
El impacto ecológico de un evento de este tipo, tendría efectos inestimables para los recursos naturales de la zona, dañaría de manera directa a la flora y la fauna marina y costera, y con ello, se perjudicarían actividades económicas como la pesca y el turismo, que por sí mismas dan sustento a las familias de la región, concluyó.