Rosarito.- A cuatro meses de la colocación de la “primera piedra” de la planta desaladora, activistas opositores al proyecto recibieron la confirmación de que las reuniones informativas que sostenían con especialistas y autoridades quedaban canceladas en firma definitiva.
“Háganme como quieran, esas fueron las instrucciones que me dieron” fueron las explicaciones del delegado de gobierno del estado, Silvano Abarca Macklus, quien incluso fue increpado por los manifestantes.
Juan Lopetena, coordinador del Consejo Ciudadano en Defensa del Agua, confirmo que estas reuniones fueron gestionadas por la alcaldesa Mirna Rincón, para que se informará a los tisaritenses los posibles impactos ambientales, urbanos sociales y económicos que implicará la construcción de la planta desaladora en este municipio.
“El mismo gobierno panista se contradice, pues en el Golfo de California impiden la pesca para proteger a ciertas especies marinas, en Rosarito se apresan a construir está planta que se teme vendrá a trastornada la zona, sin siquiera informar debidamente a los ciudadanos, a quienes se insiste en tratar como niños pequeños”, asentó.