TIJUANA, B.C.- La poesía sigue siendo especial protagonista en el Centro Cultural Tijuana dentro del Ciclo Poetas de Baja California que contó con la presencia de Ruth Vargas Leyva, en la Sala de Lectura.
El ciclo abordó la obra de la poeta, narradora e investigadora, fundadora del Taller de poesía Voz de Amerindia e integrante de la generación Siete Poetas Jóvenes de Tijuana.
El trabajo creativo de Vargas Leyva, quien estuvo acompañada de Jorge Ortega y Juan Carlos Zamora, ahonda en las posibilidades que la ciudad y el amor tienen para manifestarse en el lenguaje, mismo que, en reflexión de la propia escritora, “es ese espejo en que nos miramos, la imagen que nos refleja”.
“Hay una tradición de poética importante en Baja California que es muy interesante porque la inician jóvenes, y han sido aliento y estímulo de muchas generaciones, en esa época no había becas ni revistas para publicar por eso fundamos la Revista de Literatura de Humanidades con ese objetivo, ahora hay un ambiente cultural muy basto”, explicó Vargas Leyva.
“La poesía siempre es necesaria, nos hace volver a nuestro orígenes del sentimiento y de la pasión, hoy hay un movimiento poético muy fuerte y muy importante en Baja California particularmente en Tijuana y me da gusto que hay muchas mujeres presentes en ese movimiento”, aseguró la única mujer que integró el grupo de los Siete Poetas Jóvenes de Tijuana.
“Es un gusto estar hablando sobre la poesía de Baja California, y qué mejor para conocer y abordarla que hablando de Ruth Vargas Leyva; para tener una noción del revuelo que significó la Generación de Ameriendia y de los Siete poetas jóvenes, debemos relacionarlo con el contexto histórico, antes de ellos había una poesía ligada a la búsqueda ferviente de una identidad bajacaliforniana”, explicó Zamora, discípulo de Vargas.
“Apelando a las querellas de la época, lo predecible hubiera sido que Vargas urdiera en el bronco noroeste mexicano de los 70 una poesía de sesgo feminista o restringida exclusivamente a los dictados de la hormona, pero lo primero que llamó mi atención de su discurso fue la ausencia de ese imperativo”, apuntó el también poeta Jorge Ortega.
Las sesiones futuras incluirán la obra de Víctor Soto Ferrel, Rosina Conde, Juan Martínez, Alfonso René; que se sumarán a Raúl Rincón Meza, Julieta González Irigoyen y Gilberto Zúñiga a quienes se les han dedicado las sesiones pasadas.