* Pide Juventud 2000 no satanizar a los que vienen a solicitar asilo político en EU
José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana, 4/5/18.- Descarta el presidente del Movimiento Juventud 2000, José María García Lara, que existan riesgos de violencia en la ciudad por el arribo y estancia de migrantes centroamericanos, ya que en la espera a recibir asilo en Estados Unidos saben que un impedimento claro y definitivo para negárseles es estar relacionados con alguna banda criminal.
Por lo anterior, el también coordinador de la Alianza Migrante en Tijuana pidió no “satanizar” o estigmatizar a los pocos que quedan todavía de la Caravana Migrante en el campamento instalado por la asociación “Pueblos Sin Fronteras”, ya que “no vienen a hacer cosas indebidas, sino a buscar mejores condiciones de vida para sus familias, huyendo de situaciones extremas de miseria y de la violencia en sus países de origen”, explicó.
En ese sentido descartó que vengan personas relacionadas con bandas como la Mara Salvatrucha u otras del crimen organizado, pues observa que la caravana pasó por tres filtros antes de venir a Tijuana: En Oaxaca, Puebla y hasta en la Ciudad de México, la Secretaría de Gobernación estudió cada expediente para otorgarles los permisos de 20 y 30 días de estancia en el país, antes de que se internaran más en el territorio nacional.
“El gobierno tuvo la oportunidad de verificar antes de otorgar los permisos de internación, y por eso es también importante el censo, para saber quiénes son y de dónde vienen, porque sin tener identidad de ellos, sí fuera un riesgo mayor que cuando ya han sido identificados”, abundó.
Por lo anterior, dijo que aquí también tiene que conocerse ese censo, y debe manejarse el darles atenciones para regularizarlos e identificarlos en caso de que cometieren alguna falta, o tomasen una mala decisión.
Luego de advertir que todavía falta un buen contingente de centroamericanos en camino, estima que muchos de los que no logren obtener el asilo político, o visa humanitaria, se quedarán en Tijuana, por lo que urgió a que el Instituto Nacional de Migración busque la manera de regularizarlos en su estancia aquí.
“Esperemos no se complique, se intentó hacer, se había armado todo con Rodulfo Figueroa (anterior delegado del Inami); hubo dos reuniones con la caravana para que entraran y, poco a poco, y se hiciera como con la comunidad haitiana, ese fue el acuerdo”, comentó.
En ese contexto, confirmó que son atinados los datos de que ya han ingresado a Estados Unidos 142 migrantes, “con lo cual quedan menos, y se pide el trabajo y disposición del nuevo delegado del Inami, porque se queda más de la mitad y habrá que regularizarlos porque se van a quedar en Tijuana”.
José María García Lara también observó que se acercan haitianos y connacionales de Guerrero, Michoacán y otras partes del país, pero aclaró que esos migrantes siempre piden asilo o entrada humanitaria, y ahora se juntaron en la caravana; “esperemos que no sea un problema afuera de las instalaciones del Inami”.
Recordó que Rodulfo Figueroa trataba que los migrantes se salvaguarden y se vayan a los albergues, cuando menos durante la noche, y en el día en las instalaciones del Chaparral.
“Se quiso hacer lo mismo que con los haitianos con los de Centroamérica, pero Gina, de la asociación Pueblos Sin Fronteras, decidieron acampar, por lo que se manejaron por espacios, y afortunadamente ya entraron un gran contingente, esperemos que los quiten, porque quedan pocos, ya que según el censo, más de 175 tienen más posibilidades de obtener el asilo en Estados Unidos”, concluyó.