MÉXICO.- El negocio del narcotráfico ha evolucionado de tal forma que no sólo diversificó la variedad de productos que oferta, sino que en algunos casos utiliza imágenes distintivas, como lo hace cualquier empresa legalmente establecida.
Según los especialistas, además capacitan académicamente a “piezas clave” de su organización y también han tomado parte activa del proceso de globalización que se vive, actualizando sus criterios de operación, aplicando nuevas tecnologías, áreas de inteligencia, control de movimientos vía satélite, trasladando recursos financieros de un lado a otro y realizando operaciones millonarias.
“Los cárteles están utilizando ‘distintivos’ para sus productos, de tal manera que cada mercado sea reconocido entre los distribuidores y clientes. Ya estamos en ese nivel, mientras nosotros seguimos ocupando la mayoría de los recursos en policías y equipamiento para combatir la violencia, ellos avanzan en abrir mercados, implementar políticas y criterios de manejo y comercialización de productos relacionados con la droga”, señaló el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), José Luis Armendáriz.
Agregó que hay grupos cuyos productos tienen determinado sello y eso lo utilizan para identificar a sus distribuidores en sus zonas de influencia, “pues ya son tantos que no se conocen entre sí y cuando se encuentran, les piden que muestren el producto y si es del grupo se le brinda protección y se le deja trabajar. Eso empieza a calar”.
Jorge Carrera, antropólogo social, explicó que el negocio del narcotráfico es tan redituable que ha llevado a los grupos a establecer esquemas de participación y redes de apoyo que incluso lleva a pensar que hay ciudades diseñadas estrictamente para operar este tipo de actividades ilícitas.
“Desafortunadamente es tan redituable y significativo para algunas personas y grupos que lleva a establecer una serie de alianzas, esquemas de coparticipación y redes de apoyo, para determinados fines. Es tan complejo operar un asunto de esta naturaleza que involucra a mucha gente, muchas voluntades. Se han actualizado sus criterios de operación, aplicación de nuevas tecnologías, área de inteligencia, control de movimientos vía satelital, traslado de recursos financieros de un lado a otro, operaciones millonarias”, dijo.
Hay, apuntó Carrera, un concepto de integración mundial donde no sólo se integran asuntos de orden de economía institucionalizada con criterios de operatividad perfectamente establecidos en la legalidad, también la globalidad tiene que ver con otras expresiones no propiamente legales.
Rubén Ponce Oviedo, criminólogo y analista criminal indicó que, las actividades originales del crimen organizado se distinguían fácilmente porque su actividad principal era el trasiego de narcóticos o sustancias ilegales, sin embargo, eso ya quedó atrás.
“De cinco años a la fecha las actividades principales del crimen organizado se han modificado rotundamente. Han encontrado más llamativas aquellas actividades que rompen desde las raíces a la sociedad como son la trata de personas, las extorsiones y los secuestros. Estas actividades perjudican en una dimensión multidimensional a la sociedad porque “tratan” con mujeres y además las vuelven adictas, hacen un círculo vicioso, un negocio sin pierde”, dijo.
Indicó que ya no temen al gobierno, no hay autoridades y es común encontrar narcotraficantes expuestos sin cautela alguna en diversas cuentas de redes sociales.
El especialista explicó que el crimen organizado, como toda empresa para tener una función adecuada, debe establecer lineamientos, jerarquías, reglas, sanciones, incluso bonos y horarios laborales.
“Es increíble lo bien estructuradas que se encuentran las organizaciones del narcotráfico. El crimen organizado implica el compromiso continuo de los miembros principales, aunque pueden involucrarse individuos con habilidades especializadas según sea necesario. La ganancia económica se logra mediante el mantenimiento de un casi-monopolio en bienes y servicios ilegales y no sólo se habla de drogas, sino del juego, la pornografía y la prostitución”, expresó.
Las organizaciones criminales se están especializando y cada vez mejoran más sus estrategias de logística, marketing y seguridad, señaló Ponce y abundó en que incluso algunos grupos criminales pagan carreras universitarias y posgrados a piezas claves de su organización para explotar al máximo esos conocimientos científicos en las actividades ilegales.
“Ellos (los criminales) saben cuáles son los sectores abandonados por las instituciones, saben dónde hay mano de obra barata, saben en qué colonias o fraccionamientos establecer sus bases de distribución. No lo saben por casualidad, lo saben a ciencia cierta a base del desarrollo de un pensamiento geopolítico. Se han adaptado a las ciudades, incluso más que algunas instituciones gubernamentales. El narcotráfico genera capital, no sólo dinero; es una industria, no sólo un negocio. Es una relación social de dominación, no sólo una actividad comercial ilegal”, dijo.
(TOMADO DE LA RED)