Tijuana, enero 18, 2018.- Un hombre no puede cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero si ese hombre se llama Juan Manuel Gastélum Buenrostro y tiene como cargo tomar las decisiones para que el rumbo de una ciudad como Tijuana sea de beneficio para todos, claro que se puede, sin embargo, los temas en la agenda administrativa son por orden de importancia siendo primero concesionar los servicios públicos para que empresas como Turbofin, se vean enriquecidas, dejando al último a las delegaciones marginadas, en los que los habitantes sobreviven con el salario mínimo, el alto índice de delincuencia y las malas prácticas “gansteriles” de algunos elementos de la policía municipal.
El objetivo no es cambiar de un día para otro el panorama de una delegación que por años vienen suplicando los residentes a los alcaldes servicios de calidad y que los policías municipales no tachen a todos por igual, pues algunos son detenidos por el simple hecho de vestir humildemente, dado que su salario no les permite comprar ropa en centros comerciales de los que tanto visitan los funcionarios municipales y sobre todo el alcalde municipal ya que en reiteradas ocasiones se le ha captado realizando compras en Estados Unidos.
La delegación Presa Este es calificada por regidores y por todo aquel que sepa del tema como la “rifa del tigre” pues en vez de sacar provecho se le tiene que invertir “mucho” y no es por menos, dado que en esta parte de la ciudad habitan aproximadamente 283, 035 personas, en su mayoría migrantes, que buscan mejorar su calidad de vida trabajando en maquiladoras.
Para ellos, la realidad es bastante difícil en esta demarcación, ya que se enfrentan a grandes retos que no les compete, sin embargo, por la ausencia de las autoridades estos tienen que salir a protegerse. Ejemplo de ello, es en la colonia El Refugio, calle los Duraznos, ahí la ciudadana Elvira la Madrid nos comenta que los asaltos y robos a casa-habitación están a la orden del día. Es tan grande el índice de robos a casas que los residentes mejor prefieren vender las cosas de valor y vivir con lo mínimo, pues así como dicen “ya no nos pesa si se meten a robar”.
La ciudadana Elvira comenta que es imposible el transitar en las madrugadas por esa calle y alrededores pues los delincuentes se “sincronizan” con el patrullaje que realizan policías municipales y una vez hecho estos aprovechan para poder asaltar y meterse a robar a las casas. Esto es común y la policía no hace nada.
Por su lado, el director de Prevención del Delito, Rogelio Rodríguez Alcocer explica que en esta zona de la ciudad, Presa Este, se enfocan a tratar de que los jóvenes no abandonen sus estudios, sin embargo, estos afrontan un problema que compete a los funcionarios municipales. Es decir la tarea de ayudar a la población para salir adelante es del político y no de la policía municipal, dado que aquí los jóvenes no terminan sus estudios a causa de factores como falta económica, problemas familiares, entre otros, temas que las dependencias sociales deben atender, cosa que no hacen.
Es cierto que la droga como la marihuana no es algo que exista solamente en esta demarcación, pero aquí es donde cualquiera y a toda hora del día se puede conseguir, explican los residentes y esto lo confirman las autoridades de la Policía Municipal, pues han detectado casos en que niños que asisten a primarias se les encuentra “bolsas de plástico” que al interior contienen marihuana.
NO LLEGA LA AYUDA PORQUE EL ALCALDE PRIORIZA OTRAS COSAS; MIENTRAS TANTO VIOLAN A MENORES DE EDAD
Senaida Nuñez, ama de casa y responsable de un centro comunitario de la Colonia El Roble, se ha quejado constantemente en la delegación La Presa Este, ya que la calle Valles de dicha colonia no cuenta con alumbrado público, por lo que los “malandros” aprovechan de la oscuridad para asaltar a los que van llegando de la fábrica y no solo eso sino en ocasiones han cometido violaciones a menores de edad.
Ya hace un año que se ha metido esta petición, sin embargo, no se ha atendido y los casos se van incrementando. Es por eso que los residentes ya no creen en sus gobernantes, pues saben que no serán escuchados.
Pero el problema es más grave, ya que nos cuenta la residente que han denunciado a quienes cometen este tipo de atrocidades, sin embargo, las autoridades no prestan atención y solo dicen que “no se pueden meter”, ya que son terrenos “muy difíciles”. Por lo que, los ciudadanos prefieren mejor voltear para otro lado porque saben que no se va hacer nada.
En síntesis la delegación Presa Este ha sido por años ignorada por los alcaldes y como es costumbre esta administración no será diferente pues Juan Manuel Gastélum Buenrostro, asesorado por un equipo de comunicación, les es más fácil citar a los residentes que viven con el salario mínimo en un centro comercial recientemente inaugurado, en vez de la delegación Presa Este, que se encuentra a dos kilómetros, algo que muchos es ejemplo de que los políticos no se quieren ensuciar los zapatos.