MÉXICO DF 22 DE FEBRERO DE 2014.- La reaprehensión de Joaquín “El Chapo” Guzmán debe ser acompañada de una estrategia integral de seguridad pública que incluya un verdadero combate a la delincuencia organizada, medidas efectivas para prevenir el delito y el fortalecimiento efectivo de las instituciones de justicia que dan sustancia al Estado de Derecho. De no ser así, se incurriría nuevamente en la errática estrategia que ha venido recrudeciendo la violencia en nuestro país.
La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado va más allá de la captura de los grandes líderes de las agrupaciones delictivas. En años recientes hemos sido testigos de como se han detenido a varios de los considerados grandes capos sin que esto necesariamente haya implicado la disolución de carteles, la disminución en el tráfico de estupefacientes o la reducción de la violencia y de otros delitos de alto impacto.
Si bien la reaprehensión de “El Chapo” es un acierto, se reducirá a una victoria pírrica y a un mero golpe mediático si se persiste en tomar acciones aisladas y no se estructura una verdadera estrategia integral que vaya más allá del perfil punitivo o policiaco-militar.
En el Partido de la Revolución Democrática exigimos que se actúe también con eficacia en la aprehensión de otros líderes criminales, en el desmantelamiento de las redes financieras de las organizaciones delictivas y en el combate a la impunidad, que es el cáncer que ha alentado a la delincuencia y ha mellado la paz y justicia con que merecemos vivir los mexicanos.