* Hay una invasión en el Centro Histórico, la avenida Revolución y la Línea Internacional
* Las limosnas son un negocio, dice Julián Palombo
Horizonte Informativo, Tijuana, 7 de Noviembre del 2016.-El dirigente de los comerciantes de la avenida Revolución, Julián Palombo, precisó que hay una invasión en el Centro Histórico, la avenida Revolución y la Línea Internacional, y agregó que son miles, algunos sí con aparente necesidad, pero otros que realmente han hecho un negocio de la mendicidad, y se aprovechan de las personas buenas y confiadas.
Dijo que la mendicidad ha crecido en la ciudad y no aporta nada al desarrollo, porque algunos de los que “solo estiran la mano, en realidad no lo necesitan”.
Hay que hacer un estudio porque en realidad muchos de ellos empezaron a pedir limosna por necesidad, pero cuando se dieron cuenta que este negocio es lucrativo, lo tomaron como una forma de vida, reiteró.
Realizar un censo, un estudio y ubicar a todas las personas que viven en mendicidad, creo que sería algo muy importante, manifestó Palombo. “Hay personas que se dedican a la mendicidad y tienen propiedades de muy alto valor, nadie podría imaginar que son limosneros”.
Hay gente que tiene propiedades de alto valor, y por ello afirmó que “la mendicidad es muy lucrativa”, y tienen repartidos sus lugares, y tomar la decisión de “sacar a muchos de la calle que no tienen porqué estar allí”.
Una vez que se vean los resultados de estos estudios de quiénes realmente necesitan estos apoyos, y si no lo necesitan, que se les sancione, porque la imagen que dan de la ciudad es que está llena de limosneros, y no todos son indigentes.
En cada esquina, en cada crucero, vemos gente pidiendo en ambos sentidos, además de que muchos de ellos están concentrados en el Centro y la Línea Internacional, porque arriban muchas gentes que traen dinero y se les hace fácil regalarles algo, y allí están instalados, dijo.
Las personas que vienen de Estados Unidos son generosas, y creo que se debería
prohibir el dar limosna, porque mientras no exista una regulación, muchos de ellos aprovechan la actividad de pedigüeño, para cubrir actividades delictivas.
“Se manejan como limosneros, pero también practican la delincuencia”, explicó.