TIJUANA BC 11 DE FEBRERO DE 2014.- A pesar de que con las reformas al Código Fiscal de la Federación, los contribuyentes tendrán la posibilidad de negociar sus adeudos con el Fisco, adoptar dicha figura puede ser “peligroso”.
Lo anterior señaló el abogado Fiscalista, Jorge Alberto Pickett Corona, durante su participación en el foro “Acuerdos Conclusivos”, organizado por la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente y el Servicio de Administración Tributaria, (SAT), con la presencia de sus titulares Aristóteles Núñez y Diana Bernal Ladrón de Guevara, respectivamente.
Explicó que los acuerdos conclusivos son una negociación por parte del contribuyente con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en la que al final de cuentas se llegará a un acuerdo monetario con la autoridad fiscal, el cual no podrá ser impugnable por parte del pagador de impuestos, según el Código Tributario, además de obligar a efectuar el pago al contribuyente de los supuestos adeudos.
“Hoy por hoy tenemos en México la reforma fiscal más onerosa y exorbitante de la historia, por lo que llegar a un acuerdo conclusivo en el que aceptemos pagar el 35% de Impuesto Sobre la Renta y el 16% de Impuesto al Valor Agregado, sin contar todos los ¨no deducibles¨ que nacieron el presente año, sería aceptar la reforma efectuada por el actual gobierno”, subrayó.
Pickett Corona afirmó que la gran problemática que ha venido sufriendo los contribuyentes además de las altas tasas de impuestos, es la poca deducibilidad de sus erogaciones, pues los gastos superiores a los dos mil pesos, se tienen que efectuar con cheque nominativo, de lo contrario sería no deducible y por consiguiente mucho mayor la base sobre la cual se apliquen las diversas tasas de los impuestos.
Por último, mencionó que no hay que caer en el juego de la autoridad, pues lo que ella quiere es de que finalicen los litigios por parte de los contribuyentes, pues en la mayoría de las ocasiones las auditorías que practica el Servicio de Administración Tributaria se pisotean los Derechos de los pagadores de impuestos y por consiguiente se convierten en ilegales, quedando la posibilidad de que se declaren nulos por parte del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.