Horizonte Informativo, Mexicali, 12 de Septiembre del 2016.-Este miércoles 14 de septiembre, el reconocido artista plástico Roberto Rosique ofrecerá una charla en el Centro Estatal de las Artes Mexicali (CEART Mexicali) donde hará un análisis de la plástica bajacaliforniana a través de la presentación de su libro titulado De aquellos páramos sin cultura (Tres décadas de artes en Baja California: De lo retiniano a lo conceptual).
Teniendo como comentaristas a los maestros Sergio Rommel Alfonso Guzmán y a Rubén García Benavides, en esta presentación Rosique hablará sobre tres décadas de cambios claramente demarcados desde su punto de vista: Los ochenta, donde se hacía una apuesta retiniana anclada tardíamente en las vanguardias; los noventa, donde se buscaba dejar atrás su arraigo en la modernidad, y el nuevo siglo, con la reinvención y la reparación triunfal de una modernidad infiltrada de todo su antiguo poder pero que comienza a interesarse por el otro múltiple, en la capacidad transgresora y alteridad.
Este es un documento que será seguramente una referencia importante, tanto por el tema mismo, como por el hecho de que el autor nos ofrece una visión crítica que surge desde dentro de la práctica artística, comenta el Director General del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), Manuel Felipe Bejarano Giacomán.
Quien señala que esta publicación ofrece elementos para fortalecer nuestra identidad como bajacalifornianos y nos convoca a continuar con el impulso, registro y estudio de una de las más grandes riquezas que tenemos como entidad: la creación artística.
Para Roberto Rosique, la cara que sostiene hoy Baja California como meca cultural se debe a su historia y su contexto, a aquellas tierras inhóspitas donde florecieron culturas incomprendidas, más tarde occidentalizadas por la fuerza brutal de la palabra divina; al arrebato de un extenso territorio por el país vecino y la frustración de sedición magonista; a aquellos páramos sin cultura por designios centralistas y posteriormente convertidos en tierra fértil para dar rienda suelta al vicio y la lujuria del gringo libertino, a su relativa juventud a cuestas, con una cultura que en tres décadas explosiona y desdibuja el paradigma.
