ENSENADA BC 1 DE ABRIL DE 2016.- El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, (DIF) Ensenada, acudió a las laderas del arroyo el Gallo en la colonia Carlos Pacheco, tras una llamada recibida en la que se reportaba a una persona abandonada con distrofia muscular de nombre Bertha Alicia Romero.
La presidenta de la institución María del Consuelo Mora de Hirata, informó que Bertha Alicia Romero, es cuidada por una amiga habitante del lugar, sin embargo como trabaja en la recolección de cartón y materiales reciclables que vende para su sostenimiento, como todos los vecinos del lugar, ha tenido mayor crisis económica y por ello acudió a DIF por el apoyo.
Expresó que al atenderla, encontraron a más de 12 hombres y mujeres viviendo en la misma zona, en cuartos hechos con cartón, maderas y distintos materiales reciclables, originarios de distintas partes del país y algunos locales.
Destacó que al tercer día, personal de la institución regresó para donar 24 cobijas, 24 lonas, 14 despensas y 12 cajas de soda, con el objetivo de apoyar en sus diferentes necesidades.
Carlos N. de 29 años de edad originario del Estado de México, residente del lugar, contó que se fue de su casa por problemas de alcohol y drogas, que es casado y tiene un hijo de 11 años de edad al que no ha visto en un año.
“Desgraciadamente caí en las drogas y el alcohol, ya quiero salir de todo esto, estar con mi familia, cambiar mi vida, decirle a los jóvenes que vivir en las drogas es malo en nuestras vidas, he querido salir pero no puedo, la droga es más fuerte que yo” señaló.
Compartió que ¨Salir de las drogas y el alcohol es cuestión de fuerza de voluntad, pero se requiere de mucha ayuda de Dios y de la familia¨, sin embargo, se sintió positivo al recibir el ofrecimiento por parte de DIF para tratamiento psicológico y de buscarle un espacio en un lugar para el tratamiento de las adicciones.
Finalmente agradeció a DIF Municipal el apoyo recibido, dijo que el vivir en condiciones de indigencia, es complicado y muy difícil, “Me dieron cobijas, lona, despensa y unas sodas, gracias por preocuparse por la gente como yo”.
Carlos N vive en un área de 2 x 2 metros, construida con pedazos de madera, techo de lona y cobijas, duerme en el piso y comparte su hogar con otro compañero, que vive una situación similar.