Por Crisstian Villicaña
A menos de una semana de convertirse en la presidenta de México, Claudia Sheinbaum enfrenta un fuerte reto en el tema de seguridad tras el violento crimen del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán.
La cabeza de este último fue localizada el pasado seis de octubre; al igual que Sheinbaum también tenía pocos días en el cargo como presidente municipal en un Estado con altos índices de violencia, Guerrero.
Para el portal de investigación Insight Crime, este asesinato marca una dificultad para la mandataria nacional.
“El reciente y brutal asesinato de un político local es el más claro ejemplo de la crisis que la presidenta Claudia Sheinbaum debe afrontar como primera mujer jefa de Estado de México”, escribe Parker Asmann, para Insight Crime.
Es complicado gobernar un país como México, donde las organizaciones criminales tienen una amplia presencia y control de distintos municipios y en algunos casos de entidades completas.
“En su primer discurso público, Arcos se comprometió a no hacer pactos con grupos criminales y a garantizar la paz y la seguridad en Chilpancingo, lo que puede haberlo puesto en la mira de los poderosos criminales de la región”, menciona Asmann.
Sheinbaum tendrá que tomar decisiones que puedan aminorar el número de homicidios que se cometen a diario, tal y como ocurre precisamente en Guerrero, Baja California, Sinaloa.
La persona que tomará la presidencia de Chilpancingo es Gustavo Alarcón, quien funge como suplente de Alejandro Arcos Catalán.