El estrés derivado por la pandemia del Covid 19 ha incrementado el número de pacientes que acuden al consultorio dental por problemas de bruxismo, es decir, rechinar los dientes, así como dolor en la articulación temporomandibular.
De acuerdo con la Dra. Arlette Ramírez Jaime, cirujana dentista, el bruxismo es una actividad neuromuscular inconsciente del sistema nervioso central, en el que se aprietan los dientes y se contraen los músculos de forma involuntaria.
“No se conocen las causas del bruxismo con certeza, pero una de las teorías es que se trata de un hábito que se realiza de forma inconsciente para liberar el estrés durante la noche. También puede ser debido a un efecto secundario de ciertos medicamentos como: antidepresivos, ansiolíticos y metanfetaminas”, apuntó.
Cabe mencionar que puede haber bruxismo diurno y/o nocturno, anotó, donde los síntomas son despertar con dolor, tensión o signos de una contractura sobre los músculos que cierran la mandíbula.
La Dra. Ramírez Jaime agregó que también puede haber una limitación para abrir la boca a primera hora del día porque el paciente tiene que vencer la rigidez de un músculo que ha estado contraído durante la noche.
“Esto puede ocasionar dolor de cabeza por la contractura de los músculos temporales, o dolor facial por la contractura de los maseteros; en casos muy extremos, los dientes se van acortando debido a la acción del bruxismo por el desgaste de piezas dentales”, subrayó.
Además, dijo, se pueden observar cambios en la morfología de la cara con sobremordida, ángulos mandibulares muy marcados, cara corta o braquifacial, y musculatura facial muy hipertrofiada.
“Junto con el bruxismo también pueden aparecer ansiedad, estrés, depresión, dolor de oído y/o cuello; sensibilidad muscular, sensibilidad al frío o calor; sensibilidad dental; trastornos alimenticios; dolor y/o inflamación de la mandíbula; insomnio”, detalló la cirujana dentista.
Al respecto, comentó que el tratamiento lo determina únicamente el dentista, el cual puede incluir dieta blanda, evitar sustancias estimulantes antes de dormir, relajarse, guarda oclusal o férula de descarga, que es un dispositivo rígido de acrílico que se coloca en la arcada superior.
Asimismo, fisioterapia, relajantes musculares, evitar comer alimentos duros y masticar chicle; masajear las zonas donde se produzca el dolor; aplicar hielo y/o paños calientes en la zona; ortodoncia; psicoterapia en casos de estrés relacionado; y restauración de los dientes que estén dañados.
“Si no son suficientes estas medidas se puede optar por añadir el uso de la infiltración en el músculo de Toxina Botulínica (Botox) para restar fuerza al músculo. Este abordaje tiene buenos resultados al inhibir la liberación de acetil-colina, un neurotransmisor que propicia que se contraiga el músculo”, expuso la especialista.
Finalmente, la Dra. Arlette Ramírez indicó que los efectos del Botox desaparecen de cuatro a seis meses, pero durante este tiempo la persona con bruxismo se siente más aliviada y con mejor calidad de vida, lo importante es acudir con un especialista debidamente acreditado.