* Fue hace 16 años que el Ballet del Noroeste de México y la Escuela de Danza Gloria Campobello llevaron por primera vez al escenario del CECUT esta mágica historia bajo la dirección de la profesora Margarita Robles, con la participación de al menos 120 bailarines y la adaptación coreográfica de Minerva Tapia.
TIJUANA BC 9 DE DICIEMBRE DE 2013.- En un mundo donde la fantasía desplazó a la realidad se convirtió el escenario de la Sala del Espectáculos del Centro Cultural Tijuana durante el fin de semana con la presentación, por XVI años consecutivos, del ballet “El Cascanueces” a cargo del Ballet del Noroeste de México y la Escuela de Danza Gloria Campobello.
Público de todas las edades se dio cita este 7 y 8 de diciembre para ser partícipe de este cuento en ballet, desarrollado en dos actos y tres escenas, de Piotr Ilich Tchaikovski quien musicaliza la adaptación que Alejandro Dumas hizo al texto original de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, convirtiéndose así en el más popular de esta época navideña.
Fue hace 16 años que el Ballet del Noroeste de México y la Escuela de Danza Gloria Campobello llevaron por primera vez al escenario del CECUT esta mágica historia y en los últimas ediciones han contado con la participación especial de los bailarines principales del Ballet Nacional de Cuba, la Compañía Nacional de Danza, y por supuesto del Ballet del Noroeste de México y la Escuela de Danza Gloria Campobello, bajo la dirección de la profesora Margarita Robles, con la participación de al menos 120 bailarines y la adaptación coreográfica de Minerva Tapia.
Los asistentes fueron mágicamente transportados a la casa de un juez y su esposa, así como sus dos hijos Clara y Fritz, donde allá por 1850 son visitados por el padrino de Clara, el mago Drosselmeyer, con motivo de una fiesta navideña razón por la que regala un cascanueces a la niña.
Al concluir la fiesta todos se van a dormir y Clara regresa a la sala para rescatar del pino navideño su cascanueces, cosa que da pie a las más mágicas y emocionantes aventuras que una niña de su edad, acompañada de su hermano menor pueden vivir.
Llevar al público por cada una de estas aventuras donde cobran vida no sólo el propio Cascanueces sino un Rey Ratón, es parte del encanto que con precisas ejecuciones coreográficas lograron los bailarines ataviados en lucidores vestuarios.
Un reino de caramelos y su dulce soberana son también parte de este mágico viaje donde la fantasía y las ganas de vivir un instante emocionante son requisito para los espectadores.
Fue así que el público pudo disfrutar, en dos distintas funciones, la mágica historia que por generaciones ha hecho vibrar a quienes se dejan llevar por la fantasía que rodea estas fechas decembrinas.
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